El Barça tiene la posibilidad de limpiar de un plumazo todas las dudas que levanta después de las últimas semanas en su visita este domingo a la pista del Madrid, el Wizink Center (20.30) donde este domingo cerrará el año, y con la esperanza de lograr un triunfo que devuelva la calma a la sección en unas semanas tremendamente irregulares de juego y resultados.
Qué mejor encuentro para disipar todas las dudas en busca de una victoria ante el Real Madrid, que en las últimas semanas ha logrado remontar el vuelo en la Euroliga con tres victorias consecutivas, a pesar de que el torneo doméstico, la regularidad tampoco ha sido su fuerte.
Los de Chus Mateo, después de recuperar a lesionados como Garuba, parece haber encontrado la regularidad y la confianza que le ha faltado en estos primeros meses de temporada, y parece preparado para endosarle al Barça la tercera derrota de la temporada después de imponerse en la Supercopa (89-83) y en el encuentro de Euroliga, con doble prórroga (90-97).
Un Barça en barrena
Una situación completamente diferente para el Barça que ha entrado en barrena en este último mes, sufriendo demasiadas derrotas en Liga Endesa como Casademont Zaragoza o Río Breogán como visitantes, y lo más preocupante, sumando hasta cuatro derrotas consecutivas en el Palau en Euroliga, la última este viernes ante el Estrella Roja, algo que no recuerdan ni los más viejos del lugar.
El discurso oficial desde el club es que las lesiones han castigado demasiado al equipo, que ha tratado de sobrevivir en este diciembre con los recursos que contaba. Pero ahora ya no existe ese discurso porque Joan Peñarroya cuenta con las dos últimas bajas, Chimezie Metu y Raul Neto, que ya estuvieron a disposición del técnico en la derrota ante Estrella Roja.
Este Barça, rearmado esta temporada con jugadores importantes, no ha conseguido la regularidad ni en el juego ni en los resultados, y alejado de los primeros puestos de la Euroliga (undécimo, 9-9) y en la Liga Endesa (séptimo, 7-5) solo tiene la posibilidad de empezar a crecer o de lo contrario, el proyecto volvería a tambalearse de manera clara.
Menos ansiedad y más concentración
El equipo azulgrana debe dejar atrás la ansiedad que siempre le acecha, presionado por tener que lograr el triunfo, y debe centrarse en hacer bien el trabajo colectivo, tanto en defensa, como en ataque, que fue claramente una rémora ante el cuadro balcánico.
Este Barça está preparado para plantar cara al Madrid, conscientes que detener a Walter Tavares, es una de las prioridades después del ‘roto’ que le hizo al equipo en la Euroliga, logrando el MVP a costa de su increíble actuación en el Palau.
Alejarlo de la zona se antoja clave, al igual que controlar a su director de juego, Facundo Campazzo, que ha vuelto a encontrar buenos aliados en su juego de pase con Dzanan Musa o Gaby Deck, dos autenticos ‘estiletes’ ofensivos.
Tranquilidad, sin perder el control
Peñarroya debe transmitir tranquilidad al equipo, en un encuentro muy largo donde se pueden vivir varios encuentros dentro del mismo, y especialmente, nunca bajar la guardia porque los blancos son especialistas en aprovechar cualquier descuido mental del rival.
No llegan los azulgrana en su mejor momento de juego ni tampoco de confianza, pero una victoria en Madrid podría cambiarlo todo de la noche a la mañana y que mejor manera de empezar el año tumbando a los blancos, en el largo camino que aún queda por delante.