Magnus Carlsen (Tønsberg, Noruega; 30 de noviembre de 1990), uno de los mejores ajedrecistas de siempre, todavía número uno del ránking y campeón del mundo durante una década (2013-2023), vivió una situación surrealista durante el mundial de partidas rápidas (del que es vigente campeón) y que se está disputando en Nueva York. Asomó en la jornada embutido en unos vaqueros, aun sabiendo que la Federación Internacional (FIDE) así lo prohíbe en su normativa. Así que la organización le negó su participación en la novena sesión, lo que provocó que el noruego acabara por renunciar al torneo, y también al mundial ‘blitz’ que venía a continuación. «Que se jodan», reaccionó el Gran Maestro.
Aunque todo tiene más chicha. Vive Carlsen enfrentado a la FIDE que preside el ruso Arkadi Dvorkovich. De hecho ni siquiera ha participado en los dos últimos mundiales de ajedrez clásico, el último conquistado por el adolescente indio Gukesh Dommaraju, que ha priorizado el descanso a participar del mundial de partidas rápidas y relámpago en Nueva York. Y hace ya tiempo que Carlsen prefiere hacer la guerra por su cuenta con modalidades que él considera mucho más atractivas, tanto para el espectador como, sobre todo, para él mismo. Tanto que prioriza participar en el circuito Freestyle Chess, fuera del dominio de la FIDE e incontrolable para el organismo (por mucho que hayan firmado un acuerdo de coexistencia), en que se juega sorteando el orden de colocación de las piezas antes de comenzar.
Situación grotesca
En cualquier caso, la situación vivida en Wall Street, donde se está disputando ese mundial de partidas rápidas en que Carlsen estaba mostrando un nivel demasiado irregular (apenas 5 puntos de 8 posibles y en la mitad de la tabla), fue grotesca. Tanto que los vaqueros del noruego se convirtieron en el gran foco de conflicto. El día anterior, el ruso Ian Nepomniachtchi fue multado también por infringir el código de vestimenta al acudir a la partida con calzado deportivo.
“El código de vestimenta está diseñado para garantizar el profesionalismo y la imparcialidad para todos los participantes. Carlsen violó el código al usar pantalones vaqueros, lo cual está explícitamente prohibido según la regulación vigente para este evento. El árbitro principal le informó de la infracción y le solicitó que se cambiara de atuendo. Lamentablemente, Carlsen se negó y, como resultado, no fue emparejado para la novena ronda. Esta decisión se tomó de manera imparcial y se aplica por igual a todos los jugadores”, explicó la FIDE en un comunicado.
La Federación Internacional multó con 200 euros al Gran Maestro noruego y le ofreció la posibilidad de ir a cambiarse para poder seguir en liza. Pero Carlsen lo rechazó.
«Me puse una camisa, una chaqueta y, sinceramente, ni siquiera pensé en los vaqueros, incluso me cambié los zapatos», dijo Carlsen a Take Take, en declaraciones recogidas por Reuters: «Primero me pusieron una multa, que está bien, y luego me advirtieron de que no me emparejarían si no iba a cambiarme de ropa. Me dijeron que podía hacerlo: ‘Me cambiaré mañana si te parece bien, hoy no me he dado cuenta’. Pero me contestaron: ‘Tienes que cambiarte ahora’. En ese momento se convirtió en una cuestión de principios para mí. Sinceramente, a estas alturas soy demasiado viejo para que me importe demasiado. Probablemente me vaya a algún lugar donde el clima sea un poco más agradable».