En la búsqueda de la autosuficiencia energética y la producción de renovables, la Autoridad Portuaria de Valencia se ha convertido en una especie de laboratorio en el que se van a ensayar distintas tecnologías para obtener energía verde y, posteriormente, escalarlas para convertirlas en fuentes de generación permanentes. En concreto, Valenciaport trabaja en tres proyectos de autoconsumo que, además, cuentan con el apoyo del Estado y la Unión Europea a través de distintos programas.
En el primero de ellos, Valenciaport cuenta con un proyecto que está financiado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en el que se va a crear una plataforma de ensayos de energías marinas en los puertos de València y de Sagunt. ¿En qué consiste? «Se van a generar unos puntos para probar prototipos de generación de energía marina. Unos demostradores para utilizar el puerto a modo de laboratorio, suficientemente grandes para poder ir aprendiendo. En València se va a poner en marcha un sistema de producción de energía fotovoltaica en el mar. Una plataforma flotante en aguas expuestas, y flotante, dos características de las que no disponen proyectos que están llevando a cabo en otros países como China», señala Federico Torres, director del Área de Transición Energética en la Autoridad Portuaria de Valencia.
El proyecto de la planta solar en aguas abiertas se puede convertir en una referencia mundial
El primer prototipo es de un megavatio, o sea (es incluso más grande que la planta de Gandia) y consiste en una plataforma fondeada que verterá energía solar directamente al puerto de València. Se calcula que proveerá en torno a un 5% de las necesidades actuales.
Torres explica que el verdadero hito tecnológico de este ensayo es que es una instalación en aguas expuestas. «En el mundo hay miles de ejemplos de instalaciones en lagos, pantanos y aguas confinadas, pero este proyecto no es fijo, sino fondeado, por lo tanto se puede mover, y está en aguas expuestas, con las enormes posibilidades que supone. Si sale bien puede ser un verdadero bombazo, pero a nivel mundial. Si acertamos con el proyecto, podemos cerrar la central nuclear de Cofrentes, por eso su potencialidad es enorme», considera el director del Área de Transición Energética. Por hacer una comparación, se trataría del concepto de la acuicultura aplicado a la generación de energía solar, pero en este caso una estructura flotante de acero que siete metros arriba llevará toda la plataforma solar equivalente a un campo de fútbol.
Energía undimotriz en Sagunt
El otro proyecto que se va a desarrollar en Sagunt no es tan ambicioso, pero igualmente puede ser muy interesante desde el punto de vista tecnológico. Se trata de la generación de 270 kilovatios de energía undimotriz, es decir, que aprovecha la fuerza de las olas para generar energía, otro proyecto financiado por el IDAE. «Somos conscientes de que la energía undimotriz no es la solución para nuestro caso, para el caso de València en particular, pero no queremos desdeñarlo. Como son experimentos hay que probarlos y podemos servir de ensayo para otros puertos que sí gozan de buenas condiciones», explica Federico Torres.
Renewport, innovación solar
El tercer proyecto se llama Renewport y está financiado por la Unión Europea a través del programa Interreg Med. Consiste en dos pilotos, también de energía fotovoltaica. Uno va a estar en la pared del contradique norte del Puerto de València por donde circula el ferrocarril. Aprovechando que la pared es vertical, se van a poner unos paneles solares. «Aquí tenemos kilómetros de pared vertical, un espacio en teoría inutilizable al que vamos a sacarle provecho. La innovación será tanto el sistema de enganche y desenganche, la inclinación de los mismos y el sistema de refrigeración. Hemos hecho cálculos y podemos obtener hasta dos megavatios, que eso es muchísima energía en una zona que ahora no tiene ningún uso», sostiene Torres.
El segundo piloto del Renewport también funcionará con paneles solares, en este caso un tipo de instalación pisable. De hecho, el ensayo se va a llevar a cabo en la zona de donde está la parada del autobús del puerto. «Vamos a probar para ver cómo funciona también ese dispositivo y cómo aguanta, cuánta energía produce, etcétera. Si funciona, hay muchas posibilidades de expandirlo en las instalaciones portuarias», avanza el director del Área de Transición Energética de la APV. Todos estos proyectos, al ser ensayos, se podrán replicar en otros puertos si se confirma que los resultados son positivos.