Luz verde al decreto autonómico por el que se declara la cultura del azabache Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter inmaterial. «El valor incontestable que se le confiere en la comunidad al azabache a nivel social y cultural queda reflejado en su uso a lo largo de la historia. Su rareza, su color, su brillo y su inalterabilidad, así como sus supuestas propiedades, explican un aprecio que ha llegado al siglo XXI y que justifica su protección», destaca el Gobierno regional.
El expediente de declaración se incoó formalmente mediante una resolución de la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Deporte, fechada el 11 de enero de 2023. Durante la tramitación se han obtenido informes favorables del Real Instituto de Estudios Asturianos (Ridea) y de la Universidad de Oviedo. El pleno del Consejo del Patrimonio Cultural, máximo órgano asesor del Principado en esta materia, informó favorablemente sobre la declaración el pasado 18 de diciembre.
«La existencia de yacimientos de azabache de excepcional calidad en Asturias permitió, ya desde épocas remotas, su explotación minera y su aprovechamiento artesanal, un hecho que ha dado lugar a una cultura basada en las cualidades de este singular mineral. Su supuesto carácter profiláctico generó una alta demanda de creaciones artesanales que se comercializaron especialmente fuera de la comunidad, tanto a través de formatos convencionales, como amuletos, como en versiones singulares, en variadas piezas de joyería», indica el Principado a través de una nota en la que da cuenta de la resolución.
Incide la Administración autonómica en que la trayectoria histórica y artística del azabache en Asturias se identifica con un área geográfica determinada: Les Mariñes de Villaviciosa y sus inmediaciones, donde la tradición minera pervivió hasta hace un par de décadas. En esa zona se concentra el mayor número de talleres artesanos aún vinculados al trabajo de esa materia prima.