El éxito es efímero. Mucho si se compara con el tiempo que se dedica a buscarlo. Si eres futbolista, los plazos se acortan más. Hay límites fijos, inamovibles. Una edad a partir de la cual ya, ni con todo el empeño del mundo, se consigue. César Moreno aún no atisba esa frontera. La sigue percibiendo muy lejana. Sin embargo, aunque él no la vea, no significa que no se acerque. La vida no para, así que conviene no desperdiciar las oportunidades cuando el destino, un trilero mordaz, te las pone delante.
El mediocentro del Hércules se marchó al Recreativo de Huelva, un histórico, para ser parte importante de un proyecto ambicioso. Su falta de sintonía con Rubén Torrecilla ha obligado, por dos veces, a deshacerse temporalmente de un activo relevante. El cartagenero tiene contrato hasta junio de 2027, que puede prorrogarse automáticamente hasta 2028 si, como todo hace presagiar, completa el año de cesión. El canterano franjiverde se ganó rápido su lugar en el once titular de Abel Gómez, que dio el visto bueno a su cesión al Decano por la debilidad que estaba demostrando el bloque justo en la línea medular. El mediocentro propiedad del Hércules, el último en sumarse al cuadro andaluz, jugó apenas media hora en la jornada inaugural, pero empezó a formar de inicio en la siguiente.
Ese día, frente al Alcoyano, en el Nuevo Colombino, disputó los 90 minutos. Y a pesar de que parecía un fijo en el sistema del preparador recreativista, desde entonces, solo jugó completas tres contiendas más. Su relevancia seguía siendo alta, pero yendo de más a menos, marcando una tendencia que terminó condenándole a la irrelevancia. Poco a poco, como le ocurrió con otros entrenadores antes, César Moreno se fue apagando hasta que, en las dos últimas semanas antes del parón de Navidad, ni siquiera integró la segunda unidad, permaneció ‘castigado’ en el banquillo sin opción de saltar al campo.
Antes solo se había quedado sin participar en dos ocasiones, una por acumulación de amarillas, ante el Atlético Sanluqueño, y la otra en el Rico Pérez por imperativo contractual, porque los onubenses debían de pagar más por el préstamo del mediocentro en caso de alinearlo contra a su club de origen.
Mala dinámica
La trayectoria del Recre en su segundo año en la tercera categoría es bastante peor de lo presupuestado en precampaña. A falta de una jornada para cruzar el ecuador, los andaluces son antepenúltimos con 19 puntos, seis menos que el Hércules. Las dos últimas derrotas, consecutivas, en Valdebebas (2-1) y, sobre todo, en el Nuevo Colombino ante el Marbella (1-3), precipitaron la destitución de Abel Gómez. En ninguno de los tropiezos estuvo presente César, relegado a la invisibilidad por el técnico.
El Decano vuelve a los entrenamientos este lunes. Lo hace con nuevo inquilino en el banquillo, Íñigo Vélez, y eso vuelve a dar otra oportunidad de demostrar su talento al pivote murciano, que no acaba de explotar, de adecuar sus singularidades físicas y personales a un objetivo de manera regular. Parecía haber hallado su lugar en Valencia, pero la negativa de Peter Lim a negociar las condiciones de su posible traspaso le impidieron seguir creciendo en el conjunto taronja.
NÚMEROS DE CÉSAR EN HUELVA
► 14 partidos ha jugado con el Recreativo hasta la jornada 18, pero solo 10 de ellos como titular.
► Dos suplencias seguidas, las de las dos últimas jornadas (17 y 18), con el cesado Abel Gómez como técnico. Antes se perdió un par de partidos, uno por acumulación de tarjetas amarillas y otra por contrato, frente al Hércules, en Alicante.
► 7 cartulinas amarillas ha visto este curso, tres menos que el jugador del Intercity Miki Codina, que lidera esta clasificación con 10.
La ruptura de su cesión ahora no se contempla y, en caso de querer marcharse él del Recre, su oficina de representación será la que le tenga que buscar un destino alternativo porque la comisión deportiva blanquiazul no va a valorar su vuelta al Hércules antes del 30 de junio. Su entorno asegura que el futbolista está cómodo en Huelva. El cambio de técnico le devuelve a la pelea por la titularidad sin cargas, compitiendo de igual a igual por un sitio en la sala de máquinas del decano del fútbol español, poca broma…