Espejo Público vuelve a Sedaví para hablar con Eva, vecina del municipio, con quien hablamos en los primeros días de la catástrofe. Dos meses después de la DANA, las consecuencias continúan siendo devastadoras y los vecinos siguen luchando por recuperar su vida. La situación es insostenible y Eva reclama que se sienten “abandonados”, “desolados” y “olvidados”, algo en lo que coincide Lorena, vecina de Alfafar.

Más de 30 después, la vecina sigue muy alterada por la falta de ayuda. Allí reclaman la falta de dinero, además del abandono y falta de organización y de responsabilidad de las autoridades ante una catástrofe sin precedentes. “España tiene mucho dinero. ¿Dónde está el dinero?. Toda esta desesperación es por falta de dinero”, exige la vecina. Además asegura que, “esto está limpio gracias a los voluntarios, no por los políticos, pero los garajes siguen llenos de lodo y coches”. continúa Eva. El día a día de esta vecina es muy devastador, “sólo podemos ir al mercado” y añade que el día “es triste” ya que lo único que hacen es limpiar.

Unas navidades diferentes: “¿El qué voy a celebrar?”

Unas fechas muy duras en las que es difícil sacar una sonrisa. “¿El qué voy a celebrar?, no he puesto ni las luces. Mis luces se las regalé a unas niñas”. Para 2025, Eva pide “un poquito de la vida que tenía antes”, además de “mucho dinero”, ya que con ello todo lo material se soluciona.

«Estamos abandonados»

Lorena, vecina de Alfafar, comparte con Eva su indignación, aunque «no es el momento de buscar culpables» tras el tenso pleno del pasado miércoles 26 de diciembre en Alfafar. El día a día allí, no cambia respecto a Sedaví ya que tienen «el mercado que abrió la semana pasada y tenemos un Mercadona para 22.000 habitantes, hay un bar abierto y poco más». El ritmo de las ayudas no satisface a los afectados y «la administración no es capaz de hacer llegar a la gente el dinero». Las calles todavía están llenas de escombros, y el lodo seco que sigue siendo una barrera para los vecinos. La desesperación cada vez aumenta más porque, como explica Lorena, «no hay gestión» por parte de las autoridades dos meses después y la falta de dinero y de ayudas cada vez es mayor.


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