Carlos Corberán ya está en Valencia. Después de que el club anunciase su incorporación la madrugada de Navidad, el técnico de Cheste aterrizó ayer por la tarde en el aeropuerto de Valencia para ponerse manos a la obra con la difícil tarea de salvar al equipo de descender a Segunda División. El preparador valenciano aterrizó con una sonrisa, «con ganas» de empezar y cargado de maletas. La empresa que se la ha encomendado es complicada, agravada incluso por la demora de la directiva del club en tomar una decisión que era inevitable, por lo que se pondrá manos a la obra desde el próximo domingo con la primera sesión de trabajo que dirija en la Ciudad Deportiva de Paterna. Antes tendrá que presentarse ante su nueva afición en una comparecencia que tendrá lugar hoy a las 12:00 horas en el estadio de Mestalla con un sinfín de preguntas por responder.
En primer lugar, lo más apremiante, Corberán tiene que revertir la mala dinámica prácticamente desde el día uno. El ritmo de puntaje que ha marcado el equipo es sumamente bajo y con la Segunda División como único destino si no hay un fuerte giro de timón. El nuevo entrenador valencianista deberá responder cómo piensa dar con la tecla que active a un equipo al que ganar se le ha hecho una tarea casi imposible en los últimos meses. En su momento ya llegó a un West Bromwich Albion que era colista y logró darle la vuelta a la situación, ahora tendrá que analizar qué aspectos requiere tocar la situación del Valencia CF para lograr algo similar a lo que pudo hacer con el combinado inglés. Asimismo, tendrá que conjugar la necesidad inmediata de resultados con la implantación total de su filosofía de juego, algo que no se logra ni mucho menos de la noche a la mañana y que en esta ocasión tendrá que hacerlo sin pretemporada de por medio y con una situación clasificatoria que tiene al equipo muy cerca del abismo.
El trabajo de Corberán va a tener dos vertientes. La anímica y la futbolística. El equipo ha sufrido muchos goles en momentos delicados de los partidos a los que ha sufrido mucho para hacer frente. Jugadores que la campaña pasada estaban a un nivel superlativo como Pepelu o Hugo Duro, por ejemplo, no están siendo ni lejos de ese rendimiento. Recuperar para la causa a varios jugadores clave de la plantilla se presenta como una labor primordial. También hacer creer al equipo en sus posibilidades de ganar partidos para salir de la mala situación que atraviesa. En el plano táctico, por otra parte, el técnico de Cheste deberá entregar herramientas al equipo, dotarlo de certezas sobre el campo y lograr que se adapten al plan que tiene en mente. Esta campaña los cambios de esquema han sido una constante, los rivales han encontrado muchos huecos especialmente detrás de la línea de centrocampistas y, sobre todo, el equipo ha encontrado muy pocos caminos hacia el gol, basando todo su juego en poner centros sin parar.
Relación con Meriton
El entrenador valenciano tendrá que responder ya a las clásicas preguntas sobre cómo piensa lidiar con Meriton Holdings. En su llegada, Corberán destacó estar «muy contento» de fichar por el Valencia CF y se mostró con «muchas ganas de empezar el proyecto». A partir de ahí, el historial de Peter Lim y sus directivos ha sido el de quemar sistemáticamente a sus entrenadores con promesas incumplidas especialmente vinculadas con el mercado. Esta vez será el turno del preparador valenciano, que en el West Brom sí pudo acometer una pequeña revolución en la plantilla en el mercado para darle la vuelta a la situación y que en Mestalla necesitará hacerlo… aunque está por ver si el máximo accionista se lo permite.