Se va estrechando el cerco hacia Rusia en relación con el accidente aéreo de Azerbaijan Airlines (AZAL). El último en sumarse a la teoría de que no fue simplemente un infortunio ha sido el propio Gobierno azerbaiyano, quien ha señalado en la tarde del viernes que fue una «interferencia externa» lo que causó el siniestro.

El ministro de Transportes, Rashad Nabiyev, ha indicado en rueda de prensa que «todos los supervivientes, sin excepción, afirmaron haber oído tres explosiones cuando el avión estaba sobre Grozny». En el suceso murieron 38 personas.

Aunque sin mencionar al país dirigido por Vladimir Putin, Nabiyev da así a entender que Rusia está involucrada en el accidente. La mayoría de las teorías que se han difundido desde el suceso del día 25 apuntan a un misil ruso que habría impactado contra la aeronave.


Accidente de avión en Kazajistán.

Por su parte, la compañía aérea ha indicado que los «resultados preliminares» de su investigación indican que el avión sufrió «interferencias físicas y técnicas externas».

La aerolínea explica además que «teniendo en cuenta los riesgos que pueden surgir en la seguridad de los vuelos, los vuelos desde Bakú» a varios aeropuertos de Rusia han quedado «suspendidos a partir de diciembre de 2024 según la decisión de la Agencia Estatal de Aviación Civil de Azerbaiyán».

Mientras prosiguen las investigaciones sobre el siniestro, los representantes del fabricante de aviones brasileño Embraer han llegado a Aktau, lugar donde se estrelló el avión, informó la agencia de noticias Kazinform. Se espera que una delegación del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (CENIPA) llegue también a Kazajistán en los próximos días.

La autoridad aeronáutica rusa reconoció hoy que drones ucranianos perpetraron un ataque contra dos ciudades de Chechenia, entre ellas Grozni, y decidió aplicar un «plan de contingencia» en la zona que coincidió con el vuelo del avión de las Aerolíneas de Azerbaiyán (AZAL) luego siniestrado.

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