Hace nueve meses, la vida de Carla se truncó. A sus 25 años, se quedó sin extremidades tras una operación en la que se iba a quitar un quiste.
La operación no salió bien y, a causa de una bacteria en la sangre, se levantó sin manos y sin pies. Hoy, tras meses de recuperación, avanza gracias a sus prótesis y a su sonrisa.
«Ya que estoy viva, voy a seguir luchando», señala. Las prótesis le permiten recuperar poco a poco la movilidad, la cual cree que recuperará completamente pronto.
Las ganas de vivir de Carla son admirables y la joven asegura que perdió a su mejor amigo muy joven. Es, en parte, en su honor, que lucha por seguir adelante siempre con una sonrisa en la cara.
Carla nunca perdió la esperanza de que volvería a ser feliz y a estas Navidades tan solo les pide salud, ya que el amor ya lo tiene. ¡No te pierdas su entrevista en el video!