Un propietario de una aeronave, en un acto de temeraria reincidencia, efectuó múltiples travesías entre el Archipiélago canario, la península ibérica y el continente africano, careciendo del certificado de matriculación en vigor. La conducta motivó a las autoridades competentes a decretar la inmovilización inmediata de la aeronave y fue entonces cuando, en un intento desesperado por eludir las consecuencias de sus actos, el titular recurrió a la presentación de documentación falsificada.
Las sospechas comenzaron hará un par de meses cuando la Guardia Civil conoció los vuelos sospechosos que una aeronave estaba realizando.Tras esto, se procedió a realizar una exhaustiva inspección tanto documental como física de la aeronave consiguiéndose constatar que dicha avioneta había realizado diferentes vuelos entre Canarias, Península y África, pese a que tenía la matrícula cancelada desde el mes de julio del 2020.
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Además, tampoco disponía de Certificado de Aeronavegabilidad en vigor y tenía una falta total de mantenimiento aeromecánico, entre otros incumplimientos de la legislación vigente. La hipótesis de la Guardia Civil sostiene que la verdadera intención del propietario era sacar la aeronave de España para venderla en algún país del continente africano.
Como consecuencia de las infracciones graves a la normativa, se procedió a decretar la medida extraordinaria de inmovilización de la aeronave. Finalmente, se realizaron las diligencias oportunas imputándole al titular de la aeronave un delito de Falsificación de Documento Público, remitidas las mismas al Juzgado de Instrucción de Guardia de Telde, quedando la aeronave precintada a disposición de AESA.