Las reducciones masivas en el hielo marino antártico se han relacionado con días más tormentosos en el Océano Austral, y podrían tener implicaciones para las corrientes oceánicas vitales a nivel global, modificando el equilibrio climático planetario.
Un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Nature y liderado por científicos del Centro Nacional de Oceanografía (NOC), en el Reino Unido, sugiere que la disminución continua del hielo marino antártico está llevando a una creciente y preocupante pérdida de calor desde el océano hacia la atmósfera, generando un aumento en la actividad de las tormentas y otros fenómenos climáticos inusuales.
La investigación se centra en el análisis de la cubierta de hielo en la Antártida durante el invierno de 2023, en la cual se registró un récord de pérdida en las masas heladas, aportando una comprensión más clara sobre los impactos de esta fuerte disminución. El fenómeno podría derivar en cambios en las corrientes oceánicas más importantes, propiciando un desfasaje en el clima global.
Cambios profundos que impactan en todo el planeta
Los científicos explican en el estudio que la pérdida de calor está causando que las aguas superficiales se vuelvan más densas, derivando en posibles efectos a largo plazo en la circulación oceánica. Las consecuencias de estas variaciones podrían incluir cambios en el clima global, con una intensificación de las tormentas y otros fenómenos extremos.
“El enfriamiento y posterior hundimiento de aguas previamente cubiertas por hielo marino tiene el potencial de liberar aguas cálidas más profundas, que normalmente se mantendrían alejadas del hielo por una capa superficial aislante. Esto tiene el potencial de aumentar el derretimiento del hielo marino en los próximos años”, aclaró en una nota de prensa uno de los autores del nuevo estudio, el Dr. Andrew Meijers, del British Antarctic Survey.
Una revolución planetaria en las temperaturas y las tormentas
Según informa Live Science, los cambios en el flujo de calor entre el océano y la atmósfera ya están causando que las tormentas sean más frecuentes sobre la Antártida, a medida que la atmósfera absorbe más calor. En el nuevo estudio, los investigadores confirmaron un promedio de 11.6 días de tormenta en junio y julio de 2023 en diferentes regiones con pérdida de hielo, frente a un promedio de 9.1 días de tormenta entre 1990 y 2015 en los mismos sectores.
Más allá de las consecuencias directas sobre el continente blanco, el derretimiento del hielo marino antártico también podría afectar las temperaturas y el clima en el resto del mundo, ya que el sistema de corrientes oceánicas que rige la dinámica climática planetaria se vería condicionado. De esta forma, los especialistas indicaron que es urgente seguir monitoreando estos cambios y realizar las acciones necesarias para intentar detener o mitigar el deshielo.
Referencia
Record-low Antarctic sea ice in 2023 increased ocean heat loss and storms. Simon A. Josey et al. Nature (2024). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-024-08368-y