Israel ha lanzado un importante ataque aéreo contra Yemen en el que han muerto al menos tres personas y otras 11 han resultado heridas. El ejército israelí ha confirmado este jueves el bombardeo de un aeropuerto, dos centrales eléctricas y «infraestructura militar» de los hutíes, los rebeldes chiís que apoya Irán.
Las fuerzas de defensa de Israel (FDI, por sus siglas) han justificado el ataque asegurando que los hutíes han «atacado repetidamente» al Estado judío y que usan sus bases militares para «introducir armas iraníes de contrabando». No está claro si las víctimas mortales son civiles o miembros de los rebeldes.
Los objetivos militares atacados están en el aeropuerto internacional de Sanaa, la capital del país, en las centrales energéticas de Hezyaz y Ras Kanatib y en los puertos de Al-Hudaydah, Salif y Ras Kanatib, en la costa occidental yemení.
Teherán, el gran aliado regional de los hutíes, ha denunciado que el bombardeo lanzado por la aviación israelí es «una clara violación de la paz y de la seguridad internacional». «Es un crimen innegable contra el heroico y noble pueblo de Yemen, que no ha escatimado esfuerzos para apoyar al pueblo oprimido de Palestina contra la ocupación y el genocidio«, ha declarado el portavoz del Ministerio iraní de Exteriores, Esmaeil Baqaei, en declaraciones a la agencia AFP.
El bombardeo llega después que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, amenazase con responder a los ataques con misiles que los hutíes lanzaron contra Tel Aviv el pasado sábado. «He dado instrucciones a nuestras fuerzas para que destruyan la infraestructura de los hutíes porque cualquiera que intente hacernos daño será golpeado con toda su fuerza», aseguró ante la Knesset, el parlamento nacional. «Seguiremos aplastando a las fuerzas del mal con fuerza e ingenio, aunque lleve tiempo».