La Policía de Finlandia ha abierto una investigación este jueves por «sabotaje agravado» a un petrolero procedente de Rusia tras los daños registrados al EstLink2, un cable de electricidad submarino que conecta al país europeo con Estonia.
«El petrolero ‘Eagle S’, matriculado en Islas Cook, entró en aguas territoriales finlandesas y ahora se está investigando su participación en los daños», ha dicho la Policía en un comunicado en el que afirma que escoltaron al barco con helicópteros de la Guardia Fronteriza y de las Fuerzas Armadas.
Las autoridades finlandesas investigan los daños registrados al cable, que se extiende por unos 170 kilómetros de longitud, de los cuales unos 145 kilómetros son submarinos. En total, 14 kilómetros transcurren por territorio finlandés mientras que otros 12 por territorio de Estonia.
El director general de Aduanas, Sami Rahskit, ha explicado en rueda de prensa que se sospecha que el barco pertenece a la llamada «flota en la sombra» de Rusia. El caso también está siendo investigado por un grave delito a la evasión de sanciones.
La tripulación del barco –actualmente frente a la costa de Porkkala, a unos 30 kilómetros de la capital, Helsinki– aún está siendo interrogada por las autoridades finlandesas, por lo que no hay detalles sobre sus nacionalidades.
Según datos preliminares de las pesquisas, las anclas del camión cisterna no estaban dentro del barco, que transportaba gasolina recargada de un puerto ruso. Por el momento, no hay ninguna otra embarcación sospechosa, según la cadena de radiodifusión YLE.
Riesgo para la UE
El primer ministro finlandés, Petteri Orpo, ha afirmado que «las flotas en la sombra suponen un gran riesgo para otros estados del mar Báltico y del resto de la Unión Europea. «El Gobierno está haciendo todo lo posible para solucionarlo», ha agregado.
Por su parte, el primer ministro estonio, Kristen Michal, ha instado a aumentar el nivel de monitoreo y protección de la infraestructura crítica europea. «Los servicios de comunicación están garantizados: el uso de internet no se verá afectado», ha dicho en rueda de prensa junto al ministro del Interior, Lauri Laanemets.
Sus palabras se producen tras una reunión de emergencia del Gobierno estonio a raíz de los fallos en el cable. Michal, que ya ha hablado por teléfono con Orpo, ha informado de que se pondrá en contacto con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, según ha recogido el diario ‘Postimees’.
La flota en la sombra son buques de terceros países que ayudan a transportar mercancías prohibidas a Rusia o para beneficiar al Kremlin en el marco de las sanciones impuestas por países occidentales en represalia por la guerra de Ucrania.
Amenaza de sanciones
Más tarde, la Comisión Europea y la Alta Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Kaja Kallas, han señalado en un comunicado conjunto que condenan «enérgicamente cualquier destrucción deliberada de la infraestructura crítica de Europa».
«El buque sospechoso forma parte de la ‘flota en la sombra’ de Rusia, que amenaza la seguridad y el medio ambiente, al tiempo que financia el presupuesto de guerra de Rusia. Propondremos nuevas medidas, incluidas sanciones, para atacar a esta flota», han agregado.
Asimismo, han afirmado que fortalecerán los mecanismos para proteger los cables submarinos en Europa a través de una mejora en el intercambio de información y de la cooperación internacional, así como con nuevas tecnologías de detección.
«Seguimos comprometidos a garantizar la resiliencia y la seguridad de nuestra infraestructura crítica», han subrayado, trasladando además sus felicitaciones a Finlandia por su «rápida actuación» al abordar el barco sospechoso.