Continúan los interrogantes sobre el naufragio del barco ruso Ursa Major el pasado lunes en aguas internacionales, entre Águilas (Murcia) y Orán (Argelia). El buque, que podría ser parte de una misión secreta del presidente ruso Vladímir Putin, se hundió tras una explosión en su sala de máquinas. Ahora, Rusia sospecha que pudo ser víctima de «un acto terrorista».

La naviera Oboronloguistika, dependiente del Ministerio de Defensa ruso, ha afirmado en un comunicado, citado por las agencias estatales rusas, que el hundimiento de su carguero en el Mediterráneo se debió a un «atentado terrorista».

La empresa hace esta afirmación sin precisar quién lo pudo perpetrar ni por qué.

El barco se hundió el pasado 23 de diciembre frente a las costas españolas después de que una explosión destrozara su sala de máquinas y dos de sus 16 tripulantes estaban desaparecidos, dijo el martes el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia. Los otros 14 tripulantes fueron rescatados y trasladados al puerto de Cartagena.

Las autoridades rusas abrieron el martes una causa penal sobre el accidente por violación de las normas de seguridad vial y operación del transporte acuático, que resultó «en la muerte de dos o más personas», informó la Dirección Interregional Occidental del Comité de Investigación de la Federación de Rusia.

El caso fue abierto por el departamento de investigación del Departamento de Transporte de la región rusa de Kaliningrado, según un comunicado recogido por la agencia de noticias rusa Interfax.

Oboronlogistika había informado anteriormente de que el barco estaba en ruta hacia el puerto de Vladivostok, en el extremo oriental de Rusia, con dos grúas portuarias gigantes atadas a su cubierta y piezas y piezas para la construcción de rompehielos.

Sin embargo, el periódico británico The Sun aseguró que éste formaba parte de una misión secreta de Putin. El objetivo del viaje de la embarcación no está muy claro, pero fuentes de inteligencia ucranianas y españolas sugieren que se dirigía a Siria para retirar equipo de ese país tras la reciente caída del dictador sirio Bachar Al Asad.

El buque, de bandera rusa, partió desde San Petersburgo hace 12 días y se encontraba en ruta hacia el puerto de Vladivostok, donde tenía previsto llegar el próximo 22 de enero. El Ursa Major es un buque de carga con 15 años de antigüedad, ya que fue construido en 2009.

Este busque, de 142 metros de eslora y 23 de manga, era explotado por una filial de la compañía Oboronlogistika, designada por el Gobierno ruso como único prestador de servicios del Ministerio de Defensa de Rusia para el transporte de cargas a Crimea, el Ártico y el extremo oriente del país.

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