El cardiólogo Valentín Fuster(Barcelona, 1943) vive a caballo entre Nueva York y Madrid. Allí dirige el Instituto Cardiovascular del hospital Mount Sinaí (recientemente rebautizado como Mount Sinaí Fuster Heart Hospital en su honor). En Madrid lidera el Centro Nacional de Investigadores Cardiovasculares, centro dependiente del Instituto de Salud Carlos III. Fuster es el científico investigador español más citado de todos los tiempos. Recientemente ha participado en la Jornada de Recerca Sant Pau 2024, del Institut de Recerca Sant Pau para hablar de lo que sabe: el corazón.
¿Por qué decidió especializarse en Cardiología?
Tuve un tutor, Pere Farreras Valentí, que me conocía de jugar a tenis. Un día me dijo: ‘Tú has de ser médico’. Yo quería ser ingeniero agrónomo, pero él me aseguró que sería un gran médico. Y decidí hacer Medicina. Yo soy producto de su tutoría y mentoría. También me aconsejó que hiciera Cardiología.
¿Qué es lo que más le llama la atención del corazón?
Que conocemos cómo funciona, pero es difícil entender cómo es capaz de ser tan perfecto. El corazón, por ejemplo, no se regenera. Hay muy poca regeneración del tejido cardiaco: ¿cómo es posible que latiendo una vez por segundo durante muchos años no se dañe? Yo he hablado mucho de ello porque, aunque soy cardiólogo, no entiendo cómo el corazón funciona de una manera tan perfecta y por tanto tiempo. Cualquier cosa física, un avión por ejemplo, necesita una continua reparación. En cambio, el corazón lo manejamos mal nosotros, y muchas enfermedades son por nuestra conducta.
El corazón es un órgano perfecto: late una vez por segundo durante muchos años y no se daña
¿Qué factores de riesgo destacaría?
Actualmente hablamos de ocho de ellos. Dos son físicos: la obesidad y la presión arterial alta. Dos químicos: el colesterol elevado y la diabetes. Tres son de conducta: el tabaco, la falta de ejercicio y comer mal. Y luego hay uno que se ha añadido, que es el sueño: dormir pocas horas o intermitentemente. Estos son factores que afectan a las arterias y, concretamente, a las arterias coronarias, y causan el infarto de miocardio y el infarto cerebral. Hoy día estos factores de riesgo son la causa de mortalidad número. Esto no quiere decir que no haya aspectos relacionados con una degeneración progresiva del corazón. Pero el corazón es un órgano vital de muchísimos años y difícil de entender. ¿Cómo puede ser tan perfecto moviéndose tantas válvulas continuamente y sin dañarse?
¿Están aumentando las enfermedades cardiovasculares?
Hasta hace poco habían disminuido. La principal causa es la obesidad, asociada a la diabetes y a la presión arterial alta. La mortalidad por enfermedad cardiovascular está empezando a aumentar de nuevo.
¿En personas cada vez más jóvenes?
No en general. No me gustaría hacer distinciones de edad. La realidad es que hay una epidemia de obesidad que tiene muchísima influencia en la diabetes y en la hipertensión arterial. La mortalidad había estado disminuyendo durante muchos años debido a que el tabaquismo bajó y a la entrada de medicaciones para el colesterol, entre otras cosas. Pero el aumento de la obesidad y sus consecuencias tienen un efecto importante.
La mortalidad por enfermedad cardiovascular está empezando a aumentar de nuevo por la obesidad y la diabetes
¿Qué consejos daría para cuidar el corazón?
Usted debe decidir. Usted ya sabe cuáles son los factores de riesgo. Esto lo preguntan mucho los periodistas: ‘Dígame una fórmula’. Pero no las hay. Usted ya sabe qué se ha de hacer. Sabe lo que es malo: la presión arterial alta, los cigarrillos, la obesidad, todo esto lo sabe. La falta de ejercicio. No hay fórmula: son decisiones personales. Usted ha de decidir si se cuida o no se cuida. Nosotros [el doctor preside la Foundation for Science, Health and Education (SHE)] estamos trabajando con unos 50.000 niños de todo el mundo -entre los 3 y los 6 años se les queda todo muy grabado- para enseñarles que la salud es una prioridad. Nuestra conducta tiene muchísimo que ver con lo que pasó en los primeros años de vida. Por eso hemos impulsado el programa ‘Barrio Sésamo’ para lanzar estos mensajes: incluso yo soy uno de esos muñecos en países hispanoparlantes. El doctor Ruster es el que está basado en mí. Ahora esto vendrá a Estados Unidos.
Usted dice que dormir es sano, pero también reconoce que cada día se levanta a las 4.30 horas.
Bueno, dormir intermitentemente es lo peor, más que dormir pocas horas. Pero, sí, siempre se dice que la gente ha de dormir al menos siete horas.
También incide en la importancia de mantener una buena salud antes de llegar a los 40 años.
Los factores de riesgo que yo le mencioné antes tienen un impacto mucho más importante si aparecen en edades tempranas. Y esto el público o no lo comprende o no lo sabe. Por ejemplo, un colesterol elevado a los 35 años tiene un efecto mucho más importante en la enfermedad vascular que si ocurre a los 70. Lo mismo sucede con la presión arterial o con los cigarrillos. Hoy día el problema es que las guías están dirigidas a personas a partir de los 50 años. Pero cuando estos factores empiezan a los 30, hay una enfermedad subclínica [asintomática y sin señales visibles].
No damos importancia a los factores de riesgo en edad joven. La enfermedad [cardiovascular] en jóvenes es una enfermedad subclínica [asintomática] y explotará algún día
¿Los jóvenes se están cuidando poco?
Son preguntas que no puedo contestar. Lo que sí veo es que la sociedad no da importancia a los factores de riesgo en edad joven. Y de esto nos hemos dado cuenta con las nuevas tecnologías: la enfermedad [cardiovascular] es una enfermedad subclínica y explota un día, más tarde, en la vida. Pero ha sido silenciosa durante muchos años. Ahora las nuevas tecnologías de imagen empiezan a mostrar quién tiene la enfermedad y quién no. Y yo creo que esto ayudará a empezar a cuidarse antes.
¿Son pruebas de imagen para personas jóvenes?
Para todo el mundo. Nosotros las hemos hecho ya en 12.000 personas jóvenes. Utilizamos una tecnología de ultrasonido. Con ella podemos ver ya la enfermedad subclínica.
¿Las emociones tienen relación con el corazón?
Aquí se han de distinguir varias cosas. La primera es la emoción aguda, que puede tener una repercusión en accidentes agudos. Por ejemplo, la muerte de una persona muy cercana puede hacerte liberar adrenalina y dar lugar a un infarto. Pero otros trastornos, como la ansiedad o el estrés crónicos, en realidad lo que hacen es que te llevan a cuidarte menos. El estrés te hace fumar más, comer peor… Es decir, se ha de distinguir la parte aguda del estrés y la parte crónica. Esta última probablemente actúa de manera más indirecta.
En unos 10 o 15 años, el sistema de salud de EEUU será muy apetecible, aunque ahora está por debajo de los sistemas europeos
¿Cómo es vivir entre Nueva York y Madrid?
Vengo casi cada semana [a España]. Yo me siento muy orgulloso, por eso hemos puesto en marcha el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares en Madrid, que es un modelo básicamente americano. Y hemos podido impulsado en España, donde se pueden hacer muchas cosas, a pesar de lo que se diga.
Usted tendrá una buena idea del contraste entre lo que es la sanidad allá y la de aquí.
Sí, hay contrastes. Pero esta es una pregunta muy compleja. Hay aspectos culturales y operacionales distintos.
¿Cuáles?
EEUU es un país nuevo. Cuando la gente se queja de que allí la salud es terrible, yo les digo que es un país de 200 años. Yo creo que en unos 10 o 15 el sistema de salud de EEUU será muy apetecible. Es un sistema en muchos aspectos privado, pero lo que la gente tal vez no sabe es que las personas a partir de los 65 años están cubiertas gracias al Medicare. Así que cuando la gente habla de EEUU como un país del tercer mundo desde el punto de vista de la salud, yo les pregunto cuántos países tienen a la gente bien protegida a partir de los 65 años. Sí que los sistemas de salud europeos están por encima del americano, pero este se está moviendo muy bien.
Suscríbete para seguir leyendo