La Navidad ya está aquí, y con ella todas las celebraciones que tienen lugar en casa y donde suelen acudir un número considerable de personas. A esto se le suma el trabajo que implica preparar todas las elaboraciones gastronómicas propias de estas fechas. Por eso es muy habitual que surjan contratiempos y dificultades, pero con una buena planificación todo saldrá a pedir de boca.
El primer consejo es adelantar todo el trabajo que sea posible de cara a la comida o cena de turno. Compra con varios días de antelación para obtener mejores precios y recurre a productos congelados que aliviarán mucho la carga de trabajo. Si puedes, elige uno o varios entrantes fríos, que pueden quedar preparados horas antes de la celebración. Así solo tendrás que encargarte del plato principal cuando llegue el momento.
Lo que puede generar más estrés es trabajar con desorden. Tener la cocina patas arriba ralentizará el trabajo y provocará que puedas caer en errores. Lo mejor es ordenar todos los ingredientes y elementos antes de cocinar. El tiempo que inviertas en esta tarea te ahorrará trabajo más adelante y también posibles disgutos. Una vez esté todo dispuesto y en orden de salida, ya puedes ponerte manos a la obra.
Saca todo el partido de tus electrodomésticos preparándolos para las grandes citas. Reorganiza tu nevera, mueve los alimentos y cambia de altura las baldas para que todo tenga cabida en su interior. Lo mismo con los cajones del congelador, que estarán a rebosar. En cuanto al horno, apunta los tiempos de cocción de cada elaboración para saber cuándo activarlo y que la comida llegue a tiempo a los platos de los comensales. Utiliza todas sus alturas para cocinar más de un plato a la vez.
Ahora solo queda disfrutar de las comidas y cenas propias de esta época del año. Si has seguido todos estos consejos lograrás llegar a cada celebración a tiempo y sin agobios, listo para pasar unas navidades agradables junto a los tuyos. ¡Felices fiestas!
