Un hombre de 67 años ha sido detenido por la policía en la mañana de este lunes bajo la sospecha de ser el autor de la difusión de un video en el que amenazaba con apuñalar a gente de aspecto «árabe» en el mercadillo de Navidad de Bremerhaven (norte de Alemania).
La policía dijo que tras la difusión del video, a través de la plataforma TikTok, había ubicado rápidamente a su presunto autor y que ya no hay peligro para la población.
El hombre había amenazado con apuñalar el 25 de diciembre a todo el que tuviera aspecto árabe. «A todos. Llevaré un cuchillo conmigo. No es una broma», decía en la grabación.
Tras el atentado de Magdeburgo, en el que murieron atropelladas al menos cinco personas y 200 resultaron heridas, la seguridad en los mercadillos navideños es una prioridad de las autoridades alemanas.
Manifestación de ultraderecha
El partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) reunió este lunes en Magdeburgo a miles de sus partidarios en un acto de homenaje a las víctimas del atentado que vivió el viernes esa ciudad del este germano y en la que su líder y aspirante a canciller, Alice Weidel, pidió un cambio político.
«Queremos por fin que haya un cambio en nuestro país, porque queremos volver a vivir seguros, para que nunca más una madre tenga que estar de duelo porque haya perdido un hijo», dijo Weidel en uno de los momentos más aplaudidos de su intervención en Magdeburgo.
La política de AfD se refirió así a la familia del niño de 9 años muerto en el ataque del viernes, un atropello múltiple convertido en el peor ataque terrorista vivido en Alemania en los últimos años.
AfD reunió frente a la Catedral de Magdeburgo, la capital del estado federado de Sajonia-Anhalt, a varios miles de personas que aplaudieron las intervenciones de Weidel y otra media docena de figuras del partido, que quiso con este evento solidarizarse con las víctimas del atentado del viernes, en el que murieron otras cuatro personas y 200 resultaron heridas.
El acto de homenaje también contó con mensajes de carácter político, especialmente de los asistentes, que lanzaron gritos a favor de un endurecimiento de la política de inmigración como «¡Expulsar, expulsar!», entonado cuando Weidel y compañía aludieron a la situación migratoria del país.
El foco de quienes intervinieron, además de en el duelo por las víctimas, estuvo puesto en el hecho de que el detenido y autor del atropello múltiple del viernes en el mercado navideño era Taleb A., un médico psiquiatra saudí de 50 años que había llegado al país en 2006 y que había recibido el estatus de refugiado en 2016.
Pese a que Taleb se definió como exmusulmán y crítico con el Islam -y a que había expresado simpatías hacia AfD– este hombre a ojos de Weidel era un «islamista lleno de odio hacia todo lo que nos une a las personas, a los alemanes y a los cristianos».
Weidel, que también pidió trabajo de las autoridades para aclarar cómo pudo ocurrir el atentado, aludió así a una motivación no confirmada por las autoridades, que aún investigan para aclarar por qué actuó el detenido el viernes.
«¡Hay que mandarlo allí de donde viene!«, gritó en un momento del evento otro político de AfD que tomó la palabra, el diputado regional Hans Thomas Tillschneider.
Esas palabras también generaron gritos de «¡Expulsar, expulsar!» de los muchos presentes en una plaza a oscuras, bajo frías temperaturas y en parte alrededor de uno de los mercados de Navidad que permanecen cerrados en Magdeburgo tras el ataque del viernes.