El monte Erebus está situado en la Antártida, concretamente en la isla de Ross, y se alza hasta una altura de 3.794 metros sobre el nivel del mar. Se trata de uno de los cuatro volcanes activos que existen en esta isla y forma parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, una larga cadena de 1.600 volcanes que se prolonga a lo largo de América, Asia, Oceanía y la propia Antártida.
Ahora bien, lo que hace especial a este cráter es el hecho de que, literalmente, escupe oro a la atmósfera en forma de pequeñas partículas que quedan esparcidas en los alrededores.
El volcán está emplazado en una zona de la corteza terrestre donde esta capa es particularmente delgada, lo que permite que el magma fluya fácilmente a través de las fallas, liberando así cada día bolsas de gas cargadas con alrededor de 80 gramos de oro. Aparte de ello, en las menos frecuentes erupciones de tipo estromboliano que sufre el volcán, arroja también rocas de variado tamaño.
El oro que lanza al aire este cono volcánico consiste en pequeñas partículas capaces de volar por el aire hasta una distancia bastante alejada de su lugar de origen. De hecho, las erupciones del Monte Erebus han llegado a depositar oro a una distancia de hasta 1.000 kilómetros más allá del cráter, según una información del portal IFLScience, que cita un estudio elaborado en la década de los 90 por el Instituto de Minería y Tecnología de Nuevo México (EEUU) y publicado en Geophysical Research.
Y no solo eso, los investigadores cuantificaron el valor de tan preciado metal y llegaron a la conclusión de que cada día el volcán emite partículas de oro cristalizado a un ritmo de 6.000 euros al día.
En erupción desde 1972
Si se observan con atención las imágenes por satélite de este gigante geológico, se aprecian ligeros toques rojos en el cráter de su cima. Se trata de un lago de lava muy caliente que lleva burbujeando al menos desde 1972.
Precisamente en sus inmediaciones se halla la sede del Observatorio del Volcán Monte Erebus, dirigido por el Instituto de Tecnología y Minería de Nuevo México.
Philip Kyle, uno de los autores del estudio y miembro del citado instituto, señaló que los depósitos de oro pueden originarse en roca volcánica: “Cuando la lava de la montaña, que tiene una altura de 3.794 metros, emite gas caliente, está lanzando partículas de oro al aire. El monte Erebus parece que escupe motas de oro de entre 0,1 y 20 micrómetros en los gases volcánicos y 60 micrómetros en la nieve circundante”, señaló el experto.
El Observatorio de la Tierra de la NASA confirmó haber detectado polvo de metales preciosos a una distancia de unos 1.000 kilómetros al sur de Erebus.
Los científicos tratan de averiguar por qué el lago de lava que hay en su cumbre lleva tanto tiempo en activo. Según la NASA, una de las razones podría consistir en el bajo contenido en agua del magma, lo que lo hace menos volátil a medida que se acerca a su superficie.
“En realidad, [estos lagos] son bastante raros, ya que requieren que se cumplan algunas condiciones muy específicas para garantizar que la superficie nunca se congele”, afirmó Conor Bacon, doctor en Geología de la Universidad de Columbia (EEUU).
Antes de que apareciera este lago burbujeante en su cumbre, el monte Erebus estuvo activo en 1841, cuando el capitán de la marina británica James Clark Ross lo avistó en su primera exploración de la Antártida.
El nombre de este volcán adquirió notoriedad mundial cuando en 1979 un avión de pasajeros de la compañía New Zealand se estrelló contra sus laderas ocasionando la muerte de sus 257 ocupantes.
Estudio de referencia: https://agupubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1029/91GL01928
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