Acaba el 2024. ¿Qué balance hace de este año?

Ha sido muy emocionante. Pude ir a los Juegos Paralímpicos de París. Fue muy difícil quitar la medicación para el cáncer, pero finalmente pude competir en mi categoría. 

¿Fue un triunfo simplemente estar en sus quintos Juegos?

Era imposible ir por el cáncer. Empecé levantando 40 kilos, pasé a 75 y a día de hoy he alcanzado los 90. Parece que casi estoy como el año pasado, cuando llegué a 101. Pronto ya estoy en lo mismo.

¿Llegó a dudar seriamente de que lo lograría?

Sí, pero puse toda mi atención en París y eso me ayudó mucho a no estar todo el rato pensando en la enfermedad. Lo tenía extendido por sitios como el hígado y los riñones y ahora ya no. Ahora solamente está en los pulmones y en el cerebro. 

¿Qué dificultades tuvo para preparar la cita? Ha perdido masa muscular, ¿no?

Claro. Al principio ni siquiera era independiente por la medicación que empecé a tomar. Cuando conseguí quitármela fui mejor.

¿Cómo se encuentra ahora?

Hace unos días me ha salido que uno de los cánceres que tengo en el cerebro ha aumentado de tamaño y por eso me cuesta hablar con normalidad. Me han dicho que lo mejor que lo mejor que puedo hacer es tomar corticoides, pero le dije a mi oncóloga que prefiero morir que tomar eso. Así es que dentro de un mes me van a hacer una resonancia para ver si el cáncer ha aumentado. Si es que sí, habrá que ver otras opciones porque va a ser complicado.

Hace poco dijo que quería llegar a sus sextos Juegos, en Los Angeles en 2028. ¿Lo ve factible de verdad o es una declaración para autoconvencerse?

Quiero ir, sí. Voy a hacer todo lo posible. Para mí serían los Juegos importantes porque significaría que estoy viva.

Ha tenido que manejar una discapacidad toda su vida, años atrás denunció que había sufrido malos tratos de su expareja y ahora está viviendo una enfermedad que puede ser terminal, pero al mismo tiempo ha tenido una gran carrera con numerosos éxitos y tiene un gran reconocimiento. ¿Se considera una persona con buena o mala suerte?

Diría que es buena suerte. Con cualquier cosa mala que me ha ocurrido he puesto el foco en los Juegos Paralímpicos. Lo de la pareja que tenía en ese momento fue antes de los de Londres en 2012 y ahora ha pasado lo mismo con los de París. El deporte me ha ayudado a aprender, a salir hacia adelante.

¿Qué ha sido lo más duro?

Creo que fue más difícil lo de mi ex pareja. Le quería y fue una situación muy complicada. 

¿Superar aquella experiencia le está ayudando ahora?

Para mí el deporte es donde tengo toda mi meta. Me ayuda a no estar tan centrada en el cáncer como tal.

Loida Zabala. / Carlos Gil

¿Es creyente?

A día de hoy solo creo en el deporte y en mí misma.

¿Qué consejo le daría a la Loida Zabala de 11 años?

Le diría que iba a caer muchas veces, pero que iba a aprovechar mucho de la vida. La vida es increíble. No puedo caminar, pero he llegado lejos.

¿Qué tal se lleva con hermano, Aarón, un conocido ‘youtuber’?

Es alguien fundamental en mi vida y lo está pasando un poco mal por cómo tengo el cerebro, igual con mi madre y mi pareja. Siempre están conmigo. 

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