Las pensiones no contributivas subirán un 9% a partir del 1 de enero de 2025. El Gobierno ha aprobado en el Consejo de Ministros de este martes, el último del año aún vigente, la revalorización de las prestaciones sociales que cobran aquellas personas más vulnerables del sistema asistencial español. Algo más de 450.000 personas se verán directamente beneficiadas de dicho incremento, la mayoría de ellas mujeres.
El Consejo de Ministros, además, ha formalizado la subida del 2,8% de las pensiones contributivas en 2025, de acuerdo a la inflación media de los 12 últimos meses, hasta noviembre pasado. Esa será la subida general. En particular las pensiones mínimas subirán alrededor del 6%, mientras que las no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital aumentarán un 9%.
Si bien, con carácter general, las pensiones mínimas subirán alrededor del 6% en 2025, no obstante, este porcentaje es mayor para pensiones con cónyuge a cargo y de viudedad con cargas familiares que aumentarán un 9,1%.
Las pensiones SOVI (Seguro obligatorio de vejez e invalidez) se revalorizarán también en un 6% para 2025, lo que supone alcanzar los 560 euros mensuales en el caso de las no concurrentes, y los 543,60 euros mensuales para las concurrentes.
La pensión mínima de jubilación para los hogares unipersonales se fija en 12.241,6 euros anuales (frente a los 11.552,8 euros de 2024) y de 15.786,4 euros en los casos con cónyuge a cargo (en 2024 ha sido de 14.466,2 euros).
La asignación por hijo a cargo o menor con discapacidad reconocida igual o superior al 65% alcanza en 2025 los 5.805,6 euros al año, mientras que la asignación por hijo a cargo o menor con discapacidad reconocida igual o superior al 75% se sitúa en 8.707,2 euros anuales, es decir, un incremento interanual del 2,8%.
Prestaciones no contributivas
Si bien las pensiones contributivas tienen un mecanismo de revalorización automático y cada año se actualizan en función de cuál haya sido la inflación media de los últimos 12 meses, las pagas no contributivas dependen de la discrecionalidad del Ejecutivo y de la decisión que cada año tome el mismo.
Las pensiones no contributivas se llaman así porque no están ligadas a la contribución que la persona haya ido realizando a lo largo de su vida laboral, sino a un derecho universalmente reconocido por el Estado. Hay de dos tipos: de invalidez, con casi 200.000 perceptores, y de jubilación, con algo más de 250.000 perceptores, según los datos más recientes del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO).
En 2025, este tipo de pagas subirán más que las contributivas, en aras de beneficiar más a aquellas personas más vulnerables y cerrar la brecha con las contributivas, en tanto que la diferencia entre una y otra es sustancial. En 2024, la pensión media contributiva de jubilación fue de 1.441 euros brutos al mes (en 14 pagas), frente a los 484 euros brutos al mes (en 14 pagas) de una no contributiva.
Según los datos de inflación publicados por el INE, las pensiones contributivas subirán a partir del 1 de enero un 2,8%, frente al % que subirán las no contributivas.