Algunos inquilinos han sido ya avisados por sus caseros. Otros todavía no tienen idea de qué va a pasar con su alquiler. En cualquiera de los casos, los arrendatarios deberán estar pendientes este enero de cuánto pagan por el piso, porque, con el cambio de año, también pueden sufrir una subida de precios. Vaya por delante que, según el Ministerio de Vivienda, el alquiler «no está sujeto a actualización anual a menos que haya un acuerdo explícito entre ambas partes«. Esto significa que si el contrato no menciona expresamente la posibilidad de ajustar la renta, no te la podrán aumentar.

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