Como cualquier otra corriente, el arte urbano también vive su propia evolución en la ciudad de Alicante. El grafiti, que hace años se asociaba casi únicamente al vandalismo juvenil, cada vez cobra una mayor relevancia y, en la capital de la provincia, ya ha conquistado los muros de buena parte de sus barrios. Obras que plantean un mensaje principalmente reivindicativo, muy ligadas al activismo vecinal y que presentan contenido cultural, social y medioambiental. Murales que buscan, además de adornar, hacer reflexionar.
Este tipo de trabajos de grandes dimensiones pueblan ya barrios como San Antón (donde incluso se han fomentado mediante iniciativas públicas), La Florida, San Agustín, Juan XXIII o el entorno del Mercado Central. Detrás de buena parte de ellos, además, se encuentran las mismas manos: las de Miguel Ángel. Bajo el nombre de «Doble13», ha dado forma a diferentes murales repartidos por toda la ciudad, algunos de ellos que cubren fachadas completas y se dejan apreciar a varias calles de distancia.
«Busco que todos mis trabajos tengan, además del componente estético, un relato. Quiero que tengan algo que decir a quien los mire», señala. En ese sentido, asegura que el contenido de sus obras se basa en su «fuerte activismo tanto cultural como social, además de defender la protección del medio ambiente». Un mensaje en defensa de la naturaleza que se puede apreciar en murales como el que se encuentra en la calle Bulevar Teulada, donde se representa a una enorme ballena que se encuentra atrapada en una bolsa de plástico. «Creo que es importante que la gente sea consciente de los peligros del cambio climático porque es algo que puede parecer ajeno a nosotros, pero que nos termina afectando a todos», comenta Miguel Ángel.
Lucha vecinal
También la reivindicación vecinal es un aspecto recurrente en sus trabajos. En uno de sus últimos murales, en la Zona Norte de Alicante, el artista ha rendido homenaje directamente al tejido social del barrio, cubriendo por completo el lateral de un edificio con la imagen de varias personas destacadas en el día a día del barrio por su labor social y de apoyo a los demás residentes. Una pintura que homenajea también a las diferentes culturas que conviven en las calles de la ciudad.
Una forma de expresión con la que el autor también busca motivar la reflexión sobre temas de actualidad estrechamente ligados a la sociedad alicantina. En La Florida, junto al entorno de lo que está llamado a convertirse algún día en el Parque Central, un gigantesco mural pide silencio a quien lo mira. «Es un gesto hacia la sociedad. Pide pararse a pensar antes de hablar, dejar a un lado las opiniones sin fundamento y apostar por un poco de silencio en un momento en el que hay tanta crispación y tanto ruido», explica el autor.
Apoyo público
Una forma de expresión que, en los últimos años, está siendo impulsada incluso desde las administraciones públicas. El último ejemplo de ello se encuentra en el barrio de San Antón. Allí, una pintura de unos quince metros cuadrados representa a una mujer de edad avanzada sosteniendo una escoba de paja, con diferentes tonalidades de grises, mientras observa una planta de color verde que crece a sus pies. Un mural que rinde homenaje a las personas que a lo largo de su vida han luchado por mejorar esta zona de la ciudad.
La iniciativa, coordinada desde la Oficina de Información, Comunicación e Intervención Comunitaria EDUSI Alicante, fue llevada a cabo por estudiantes de Diseño Gráfico en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Alicante (EASDA), y contó con la participación de un centenar de personas.
Protección de edificios
Aunque, más allá del valor artístico de este tipo de pinturas, hay también quien los emplea, además de como una forma de expresión, como una medida «de protección».
Los vecinos de dos bloques ubicados en las calles Maestro Marques y Maestro Gaztambide estaban hartos de tener que sufragar la limpieza de grafitis de sus fachadas. El material con el que están revestidas tiene una superficie porosa que absorbe especialmente bien la pintura, por lo que el proceso de retirada se tornaba tedioso (y costoso) para los residentes.
Como solución, hicieron suya la expresión «si no puedes con el enemigo, únete a él». Ahora, sus bloques presentan una fachada con murales hechos a base de elementos naturales y diferentes lugares e iconos de la ciudad, como el Mercado Central o los castillos.