Un año de cifras astronómicas llega a su fin en Aragón. 40.000 millones de euros en inversiones, miles de empleos de generación futura, registros astronómicos de generación y consumo de energía y agua. Unos números que se concentran, en esta traca final política, en el 87, por los millones que el presidente Jorge Azcón quiere ver en los presupuestos aragoneses de 2025, perdidos en las transferencias desde el Gobierno central.
Para llegar al 87, hubo que pasar por el 108, que contempla el acuerdo bilateral económico-financiero con el Estado. La bilateralidad reclamada por el ala más aragonesista del Parlamento autonómico en su visita al presidente Pedro Sánchez, en el mes de octubre, se resumió en la relación fiscal y económica entre Aragón y el Estado. La bilateralidad está y estará, pero el Gobierno autonómico quiere mejorar la financiación de la comunidad en la mesa multilateral. Con todos los territorios y con los socios de casi siempre.
No fueron 87, casi, porque fueron 86 los millones que Sánchez y Azcón apalabraron para el Fite. La única victoria constante y sonante de la visita a La Moncloa se saldó con el aumento del fondo que potencia las inversiones estratégicas de Teruel. A Vox y a Teruel Existe solo les pareció el ajuste a la inflación, al PP un éxito ante un Sánchez que dio poco a las comunidades en su ronda de reuniones bilaterales y la izquierda prefirió insistir en que Azcón escuchó poco al palco progresista y fue «un emisario de Feijóo» ante el presidente del Gobierno. Cada uno la pinta como quiere, o como puede.
De vuelta a Aragón, las transferencias a la comunidad por parte del Estado caían 87 millones de euros. Una nueva arena de combate con el Gobierno central y, desde hace semanas, el asa al que Azcón se agarra para evitar «levantar el teléfono», como dice el ultraderechista Alejandro Nolasco, para negociar los presupuestos.
Porque la ruptura de las negociaciones de Vox con el PP en todo el territorio no afectó a la comunidad, según afirmó Azcón, porque «no se puede romper aquello que no ha comenzado». No gustó el mensaje a la oposición, pues no es habitual ver a un Gobierno enfrentar el final del año sin tener siquiera las conversaciones iniciadas con sus potenciales socios.
Tampoco es normal, o no lo perciben así, los que se sientan fuera del Consejo de Gobierno, la pugna del presidente por 87 millones más en un presupuesto que alcanzó su récord este año, llegando a los 8.546 millones de euros.
Las cuentas de 2025, en el aire
Sí se sabe que las cuentas para el 2025 están perfiladas, que el gasto social sigue siendo objetivo de la DGA y que los ingresos por tributos, a nivel autonómico, han superado las expectativas originales del departamento de Hacienda. Los números que faltan, por ahora, son los apoyos parlamentarios para dar luz verde a las nuevas cuentas. Asegurado el sí del PP y elPAR, el no de la izquierda, la incógnita de las peticiones de Teruel Existe y la incomunicación de Vox que lo paraliza todo.
El «recorte» de Sánchez a los próximos presupuestos aragoneses le sirve a Azcón para marcar un perfil duro a nivel nacional, exigir más al Gobierno central y alejar, en su cierta medida, el foco de su falta de mayoría en las Cortes. Bien es cierto que el presidente rescató esta semana la condonación de la deuda a Cataluña, que tachó de «subrogación» con un mensaje de aviso: «Quieren que lo paguemos los aragoneses».
Condonación de la deuda
El rechazo total del PP a nivel nacional de la condonación de la deuda de las comunidades hace poco probable que de ese Consejo de Política Fiscal y Financiera, que no tiene fecha concreta en el próximo mes de enero, se resuelva una iniciativa que contente a Azcón y a su consejero de Hacienda, Roberto Bermúdez de Castro.
La justa exigencia de los 87 millones de euros, caída producida por la pérdida de población, es punto de distanciamento entre el PP y la oposición en la comunidad, pero también de unión a nivel nacional. El diputado de Sumar Aragón, Jorge Pueyo, también reclama en el Congreso «una financiación justa».
Los deberes de la DGA para el parón navideño son los presupuestos. Los deseos, los 87 millones. A ver qué llega antes.