Ocho décadas entregadas a Alicante, con particular esfuerzo durante años como presidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo. Una vida de trabajo y buen hacer, y una persona con y valores «de los que ya no quedan». El fallecimiento de Román Bono la noche de este viernes fue sucedido por las reacciones de una ciudad, su ciudad, en la que tanto sus coetáneos como miembros de siguientes generaciones le veneran y recuerdan como «una institución» en todas las facetas de su vida.
No fueron pocas, pero la más y mejor recordada fue la de llevar a la CAM a su punto más alto. Detrás de una historia de éxito empresarial, aquellos que pudieron trabajar con él aseguran que era un hombre de trato exquisito y mucha educación. Cuenta Toni Gil, por aquel entonces responsable de Comunicación en la caja, que tenía el talento de ser «respetuoso con las decisiones de los profesionales» y dejar que fueran esos criterios, y no otros, los que guiaran el camino de la CAM.
Pero citar quién atribuye cada virtud a Román Bono pierde el sentido cuando, en realidad, los entrevistados por este diario lo hicieron de forma unánime. Rafael Olivares, directivo de Recursos Humanos en la CAM, le confirió también la capacidad de «siempre poner la caja por encima de los personalismos» y de no haberse sometido nunca a los vaivenes políticos.
Imagen reciente de Román Bono en una Gala de los Importantes junto a Luis Berenguer hijo, Luis Berenguer padre, Juan Antonio Gisbert, la abogada Inés Abad y Laura Casado, de la EUIPO. / Rafa Arjones
Sobre su relación con las instituciones, tanto el síndic de Comptes -y por aquella época presidente de la Diputación-, Antonio Mira-Perceval, como el exconseller Luis Berenguer, aseguraron que Bono fue una persona dialogante, de fácil entendimiento y que siempre supo tener un trato excelente con las administraciones públicas.
«Dejó trabajar a los profesionales y siempre actuó con independencia. Era muy fácil entenderse con él»
Como amigo y ser humano excepcional, a «Manchi» le recuerdan el histórico constructor alicantino Jesús Muñoz y, con especial cercanía y cariño, Nito Manero, la presidenta de APSA. En su dimensión humana, también está la de regatista, condición por la que fue socio y dirigente del Real Club de Regatas de Alicante.
«Además de un presidente extraordinario, para mí era un gran amigo, vecino de hace 45 años y una gran persona»
Otros dirigentes y empresarios más jóvenes le conocen de otra forma, más como un referente. Carlos Baño, presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, o Manuel Peláez hijo, actual presidente de Ecisa hablaron de Bono como alguien que «trabajó mucho junto a sus padres», esa generación de hombres que construyeron el Alicante de hoy. Por su parte, César Quintanilla, presidente de la UEPAL, defendió el «gran legado social» de Román Bono.
Las exequias tendrán lugar este domingo a las 10.15 en el tanatorio de San Juan.