Seguramente has escuchado en alguna ocasión la frase de ‘Hacienda somos todos’. De hecho, la propia Agencia Tributaria se encarga del cumplimiento de este lema, ya que vigila al detalle que todos los contribuyentes cumplan con sus obligaciones fiscales.
La declaración de la Renta es el trámite por excelencia para que todo el mundo regularice su situación con el erario público. Rendir cuentas es una tarea ineludible, y las consecuencias de no hacerlo pueden ser nefastas.
¿En qué situaciones puede Hacienda perdonar una deuda?
La primera excepción puede parecer surrealista, pero es real. El Boletín Oficial del Estado (BOE) recoge una resolución que dice que la Agencia Tributaria anula todas las deudas con un importe inferior a tres euros.
La finalidad de esta decisión, según apunta el mismo documento, reside en «evitar actuaciones recaudatorias que presupongan un nulo provecho para la Hacienda Pública».
Dicho esto, existe otro supuesto en el que el fisco puede condonar la deuda. En este caso hay que ampararse en la Ley de Segunda Oportunidad, elaborada para prestar ayuda a las personas que enfrentan dificultades para saldar estos compromisos económicos.
Sin embargo, para acogerse a esta ley, el afectado debe cumplir con una serie de requisitos. Es esencial residir en España de forma legal, no haber sido condenado por delitos económicos, actuar de buena fe y que el importe de la deuda no supere los 10.000 euros.
También será necesario no haber utilizado la Ley de Segunda Oportunidad en los últimos diez años, encontrarse en situación de insolvencia y colaborar con el juzgado.