Lockheed Martin prevé entregar entre 100 y 110 aviones F-35, incluyendo aeronaves nuevas y modelos actualizados, tras resolver retrasos técnicos.
El Pentágono acepta entregas parciales del F-35 tras acuerdos
La compañía Lockheed Martin, a pesar de los contratiempos asociados con la actualización Technology Refresh 3 (TR-3), está en camino de cumplir con su meta de entregas. Según un informe de Bloomberg, se espera que se entreguen entre 100 y 110 aviones F-35 al ejército estadounidense en 2024, alcanzando el límite superior de las proyecciones iniciales.
En este total se incluye una combinación de nuevos aviones y 66 aeronaves previamente retenidas, que han sido sometidas a actualizaciones de software y hardware. El retraso en estas entregas había sido causado por la negativa del Pentágono a aceptar aviones que no cumplieran con los estándares requeridos. Sin embargo, se llegó a un acuerdo para aceptar aviones con actualizaciones TR-3 funcionales, dejando las mejoras definitivas para una fecha posterior.
Según Lockheed Martin, durante 2023 se entregaron 98 aviones F-35, elevando la flota total a más de 990 unidades. Hasta la fecha, el número total de entregas ha superado los 1.100 aviones, representando un tercio de la producción estimada para toda la vida útil del programa.
De cara al futuro, la empresa planea estabilizar su ritmo de producción en más de 156 unidades anuales, incluyendo las fabricadas en sus instalaciones de ensamblaje en Italia y Japón.
Datos clave sobre las entregas y el programa F-35
- Se espera la entrega de entre 100 y 110 aviones F-35 en 2024.
- 66 aviones retenidos recibirán actualizaciones completas en una etapa posterior.
- El Pentágono retiene 5 millones de dólares por avión hasta que tengan la actualización final TR-3.
- El costo total del programa F-35 asciende a 486.000 millones de dólares.
- Lockheed entregó 98 aviones en 2023, alcanzando más de 1.100 entregas totales hasta ahora.
Clientes internacionales y perspectivas del F-35
Rumanía se ha sumado recientemente como el vigésimo cliente del F-35, reduciendo la cantidad de países potenciales interesados en adquirir este avión. La mayoría de los países con autorización y presupuesto para adquirir cazas de quinta generación ya han realizado pedidos. Entre los clientes potenciales restantes se encuentran Portugal y España, mientras que naciones como Francia y Suecia se centran en sus propios programas de desarrollo aeronáutico.
El F-35, considerado más que un simple caza, destaca por sus capacidades como supercomputadora voladora. Su capacidad de “fusión de supersensores” lo convierte en una plataforma única en su tipo, aunque muchos de sus atributos más avanzados permanecen clasificados. Esto explica por qué el F-35 domina el mercado de exportación, ya que no tiene competidores directos, especialmente con restricciones de exportación en modelos como el J-20 chino.
Lockheed Martin espera que la producción anual de F-35 siga siendo estable, mientras que países aliados continúan adoptándolo como su avión de combate principal, destacando su ventaja tecnológica y estratégica sobre aeronaves de generaciones anteriores.
Competencia internacional: China y su J-20 en ascenso
A nivel global, la competencia por el dominio en tecnología aérea sigue siendo intensa. Rusia enfrenta dificultades para aumentar la producción de su Su-57, con menos de 20 unidades entregadas. En contraste, China avanza rápidamente en la producción de su J-20 Mighty Dragon.
Según The Diplomat, China ha incrementado su capacidad de producción anual del J-20 de 30 a 100 unidades, con estimaciones conservadoras que indican una flota de más de 800 J-20 para 2030. Este número podría superar la totalidad de la fuerza de aviones de combate de la Fuerza Aérea de la India.
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos, por su parte, cuenta con alrededor de 183 F-22 Raptor en servicio, de los cuales 32 podrían ser retirados por su uso exclusivo en entrenamiento. El J-20 no busca ser superior al F-35, pero está diseñado para ser un oponente formidable en el contexto del Pacífico oriental.
El impacto estratégico del J-20 en la región
El profesor Justin Bronks destaca que el J-20 tiene como objetivo principal generar confusión en conflictos regionales, más que competir directamente con el F-35. Aunque no necesita igualar las capacidades de este último, el diseño del J-20 lo posiciona como un rival relevante en un entorno específico donde las condiciones podrían inclinar la balanza en su favor.
En conclusión, mientras Estados Unidos y China mantienen sus estrategias de producción y desarrollo de aeronaves de combate avanzadas, el F-35 y el J-20 representan dos enfoques diferentes en la búsqueda de superioridad tecnológica y operativa en el ámbito aéreo global.