El Bayer Leverkusen cerró el mejor año de su historia tirando de la pegada de Wirtz y especialmente de Schick, autor de un poker, para barrer al Friburgo en casa (5-1) y firmar la quinta victoria consecutiva en la Bundesliga que le mantiene a la estela del Bayern Múnich, líder de Alemania con 4 puntos de ventaja. El equipo de Xabi Alonso rozó la perfección en el último partido de un año histórico en la historia del club frente a un Friburgo que solo plantó cara en los primeros compases, pues en cuanto Schick olió sangre en la segunda parte (marcó tres goles entre el 67’ y el 77’), el enfrentamiento quedó visto para sentencia.
El Leverkusen dominó los primeros compases y se hizo dueño del balón, pero no pudo evitar que el Friburgo, bien pertrechado atrás, generara situaciones de peligro que se fueron al limbo por su mala puntería. El Leverkusen mantuvo su ritmo alto de circulación y pasada la media hora Wirtz forzó un penalti clarísimo que él mismo falló por culpa de una gran parada de Atubolu. El fallo encorajinó al equipo de Xabi Alonso, que al filo del descanso cazó una contra resuelta a las mil maravillas por Schick.
Lee también
Tras el paso por los vestuarios, el Leverkusen mantuvo su buen tono y amplió su ventaja con un golazo de Wirtz. Lo más difícil parecía hecho para los de Alonso, pero una pérdida en el medio campo de Schick lo castigó el Friburgo con el 2-1 de Grifo tras una gran asistencia de Gregoritsch.
El tanto dio aire al cuadro visitante, que se vio de lleno en la pelea por los puntos ante un Leverkusen que nunca titubeó. El cuadro local se puso de nuevo manos a la obra con Wirtz a los mandos y no tardó en matar el partido gracias a la pegada de punta. Schick marcó el 3-1 a pase de Wirtz (67’), repitió con la asistencia del mismo jugador en otro contragolpe y redondeó la faena con el 5-1 en un remate de cabeza a la salida de un saque de esquina botado por Grimaldo.
){kind=link}