Este dron no tripulado mejora el alcance de los portaaviones estadounidenses, facilitando operaciones con cazas y revolucionando las tácticas de combate aéreo.
Una aeronave pionera en reabastecimiento aéreo autónomo
El MQ-25 Stingray, un dron embarcado en portaaviones, ofrece un robusto sistema de reabastecimiento aéreo, convirtiéndose en una herramienta estratégica para la Marina de los Estados Unidos. Desde 2021, se estableció como el primer vehículo aéreo no tripulado en realizar con éxito esta tarea, marcando un hito en la aviación militar.
El sistema promete un impacto significativo a futuro, ya que establece las bases para el desarrollo de sistemas no tripulados a bordo de portaaviones. Este concepto integra operaciones conjuntas entre aeronaves tripuladas y no tripuladas, permitiendo un reabastecimiento eficiente a varios cazas como el Northrop Grumman E-2D Hawkeye.
El Stingray, diseñado inicialmente como plataforma tripulada, ahora opera de forma totalmente autónoma. Su misión prioritaria es ampliar el alcance operativo de los portaaviones, permitiendo que los aviones de combate se centren exclusivamente en misiones de ataque, sustituyendo depósitos de combustible por municiones.
Además de reabastecer combustible, también proporciona funciones de inteligencia orgánica y apoyo logístico, destacándose como un elemento clave en los Grupos de Ataque de Portaaviones (CSG).
Características clave del MQ-25 Stingray
- Reabastecimiento en vuelo mediante el módulo estándar Cobham, montado en el ala.
- Operación completamente autónoma con planes de contingencia en caso de fallo de comunicaciones.
- Capacidad de transporte de misiles antibuque LRASM AGM-158C.
- Integración de sistemas avanzados de control cooperativo y navegación basada en inteligencia artificial.
Preparativos de la Armada para operar el MQ-25 Stingray
La Marina de los Estados Unidos ha dado pasos importantes para integrar los sistemas del MQ-25 Stingray en sus operaciones. En diciembre de 2024, se prevé la disponibilidad operativa del Centro de Guerra Aérea No Tripulada (UAWC) en el portaaviones USS George H. W. Bush.
Este centro representa un avance crucial, ya que integra hardware y software para permitir el control de vehículos no tripulados durante misiones aéreas. Además, el Sistema de Control de Misión de Aviación No Tripulada (UMCS) será completamente funcional, permitiendo una operación efectiva del dron y futuras plataformas autónomas.
La aprobación de un programa revisado de adquisiciones y la asignación de 50 millones de dólares en fondos reprogramados aceleran el desarrollo del proyecto, tras ajustes técnicos y financieros.
Según Jim Young, director ejecutivo del programa Boeing, el sistema incluye un “sistema de gestión de contingencias” que permite recuperar comunicaciones y restaurar operaciones normales en caso de fallos.
Avances tecnológicos en el desarrollo del MQ-25
En mayo de 2024, Boeing demostró la madurez tecnológica del Stingray mediante simulaciones en laboratorio. Estas pruebas permitieron que un piloto controlara remotamente el reabastecimiento en vuelo del dron, optimizando los tiempos de comunicación entre aviones de combate y el MQ-25.
El dron incorpora un software avanzado que ejecuta comandos generales con mínima intervención humana, maximizando la eficiencia operativa. Este software, basado en inteligencia artificial, contribuye a una navegación precisa y decisiones rápidas en misiones complejas.
El rendimiento aerodinámico del MQ-25 también fue perfeccionado, lo que, junto a sus capacidades de navegación avanzada, influye en las decisiones estratégicas de la Marina de los EE. UU.
Además, la tecnología empleada en el MQ-25 se considera disruptiva, revolucionando tanto la proyección de fuerza militar como las aplicaciones en la aviación civil.
Un contrato multimillonario asegura la producción del Stingray
En agosto de 2018, la Marina de Estados Unidos adjudicó un contrato de 805 millones de dólares a Boeing para la construcción de cuatro unidades del MQ-25 Stingray, superando al modelo X-47B de Northrop Grumman.
Se espera que la producción total supere las 70 unidades, con trabajos realizados en St. Louis, Missouri. Este contrato refuerza el compromiso de la Marina con la modernización de su flota aérea y el desarrollo de tecnologías no tripuladas.
Con el MQ-25, Estados Unidos busca mantener su ventaja estratégica, asegurando mayor letalidad, flexibilidad y eficiencia operativa en el entorno marítimo y aéreo.
Avances tecnológicos y aportes industriales en el MQ-25
Boeing colabora con un equipo industrial que incluye a BAE Systems, Collins Aerospace, Curtiss-Wright y otras compañías líderes para desarrollar y optimizar el MQ-25 Stingray. En 2019, BAE Systems recibió el contrato para proporcionar el sistema de control de gestión del vehículo y el sistema de identificación amigo-enemigo (IFF), esenciales para su operación autónoma.
El motor Rolls-Royce AE 3007, altamente eficiente y de bajo ruido, permite al MQ-25 alcanzar un rango operativo de 500 millas náuticas mientras suministra más de 16.000 libras de combustible. Su diseño turbofan asegura un rendimiento confiable en aplicaciones de defensa.
Otro componente clave es el Sistema Conjunto de Aproximación y Aterrizaje de Precisión (JPALS), desarrollado por Collins Aerospace. Este sistema GPS diferencial de alta integridad permite aterrizajes precisos en portaaviones y buques de asalto anfibios, utilizando enlaces de datos encriptados para coordinarse con sensores y antenas a bordo.
Empresas como Curtiss-Wright, General Electric y Honeywell también desempeñan un papel destacado. Sus contribuciones incluyen sistemas de gestión de datos, arquitecturas de seguridad integral y tecnologías de detección y evitación para mejorar la autonomía y reducir costos operativos.
Proveedores clave y sus funciones en el MQ-25
- BAE Systems: Gestión del sistema de control del vehículo.
- Curtiss-Wright: Sistemas de tecnología de datos.
- Collins Aerospace: Sistema JPALS para aproximaciones y aterrizajes precisos.
- General Electric: Gestión de almacenes y reabastecimiento.
- Héroux-Devtek Canadá: Tren de aterrizaje.
- L3 Aviation: Sistemas de prevención de colisiones y vigilancia ADS-B.
- Parker Aerospace: Soporte de control de vuelo de la cola.
Hitos en el desarrollo y pruebas del MQ-25
El primer prototipo del MQ-25 realizó pruebas de rodaje y vuelo en septiembre de 2019, tras ser certificado por la Administración Federal de Aviación. Este primer vuelo se llevó a cabo desde el Aeropuerto Internacional Lambert hacia el Aeropuerto MidAmerica, ambos en San Luis.
En 2020, Boeing presentó un vídeo del primer vuelo del MQ-25 equipado con un depósito Cobham para reabastecimiento aéreo. Posteriormente, en junio de 2021, el dron realizó su primera prueba de reabastecimiento exitoso, suministrando combustible a un F/A-18F Super Hornet. Más pruebas se realizaron con un E-2 y un F-35C.
Según BAE Systems, las actualizaciones en la informática a bordo del MQ-25 mejorarán su rendimiento y permitirán futuras capacidades de expansión.
Sin embargo, un informe de la Auditoría de la Armada en noviembre de 2023 señaló que las pruebas realizadas hasta ese momento no cumplían completamente con los requisitos operativos, lo que aumentaba los costos y riesgos del programa.
Retrasos y ajustes en el cronograma del MQ-25
El programa MQ-25, parte del Programa de Aviación No Tripulada y Armas de Ataque de la Marina, enfrenta retrasos significativos en su cronograma. Aunque inicialmente se esperaba que el primer modelo representativo de producción estuviera listo en 2025, las conversaciones recientes con Boeing han pospuesto su despliegue hasta finales de 2026.
La Marina completó un Demostrador de Aviación de Portaaviones No Tripulados (UCAD), logrando compatibilidad con los sistemas del MQ-25. Hasta ahora, el programa ha realizado 36 vuelos y acumulado más de 124 horas de pruebas instrumentadas sin mayores problemas de software.
El Inspector general Robert P. Storch destacó la importancia de realizar pruebas exhaustivas para mitigar los riesgos del programa y gestionar los costos de manera efectiva, evitando decisiones prematuras que podrían comprometer los objetivos del proyecto.
Proyecciones y objetivos a largo plazo
El MQ-25 Stingray representa un esfuerzo innovador para transformar las operaciones de reabastecimiento aéreo en la Marina de los Estados Unidos. Aunque su despliegue inicial se ha retrasado, se proyecta que para 2040 las operaciones de reabastecimiento aéreo no tripulado alcancen el 60% de las capacidades de la flota.
La tecnología integrada en el MQ-25 no solo revolucionará las tácticas militares, sino que también servirá como modelo para futuras plataformas no tripuladas, optimizando la autonomía y la eficiencia en el entorno de combate aéreo y marítimo.