El Barça tiene hoy una ocasión de oro en Montjuïc, ante el Atlético de Madrid, para acabar el año de forma espectacular tras dos derrotas seguidas en casa contra rivales menores como Las Palmas y Leganés. El escenario actual no es el más halagüeño para los azulgrana porque les faltará su jugador más fantasioso y desequilibrante en el ‘uno contra uno’, Lamine Yamal. Sin embargo, esa ausencia también es una ocasión de oro para cohesionarse a nivel grupal: si son capaces de vencer al equipo de Simeone sin el joven crack será la prueba más evidente de su fuerza como colectivo más allá de las individualidades.
Y esa sería la gran victoria del Barça: refrendar ante su público que los momentos vividos en el inicio de la temporada, como los espectaculares triunfos ante Bayern y Real Madrid, no son un espejismo lejano sino la imagen real de un equipo al que se le han atragantado más los rivales pequeños que los grandes por una cuestión de fatiga física y psicológica. Unas derrotas preocupantes pero que, evidentemente, tienen una solución más sencilla que si hubiesen llegado ante rivales del máximo nivel. Si ya has demostrado que puedes superar a equipos de nivel ‘top’, volver a hacerlo es cuestión de creérselo y de ajustar detalles. Por ejemplo, el fuera de juego. Iñigo Martínez, uno de los capitanes sin brazalete, ya ha dejado claro más de una vez que si no vas a tope en la presión a los pasadores del contrario, mejor tirar la línea del fuera de juego unos metros más atrás. Pues hoy, a aplicarse en eso si es lo que toca. Si no hay pulmones y piernas para ahogar a los lanzadores de Simeone, mejor dejar menos espacio a la espalda para Julián Álvarez, Griezmann y compañía. Y nadie debería hablar de traición a lo que aplicó Hansi Flick al inicio de la temporada.
Las temporadas son largas y en algunas fases hay que sobrevivir. Quien dude que se fije en el Cholo. Cuando el Betis le dio un meneo en Sevilla, muchos vieron el principio de su fin. Hoy se le ve como candidato al título. Esto no es como empieza sino como acaba. Y queda mucho.