El histórico acuerdo de paz entre el Estado colombiano y la entonces mayor guerrilla del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ha cumplido ocho años. Una de las singularidades del Acuerdo Final firmado en noviembre de 2016 fue la participación de numerosas mujeres en las negociaciones, un hecho nada habitual en los países que intentan acabar con un conflicto armado. Las guerras las empiezan los hombres y son ellos también los que pactan el fin de hostilidades. Para las personas constructoras de la paz, Colombia es un ejemplo a seguir. El pacto, que consta de seis apartados, acabó con más de medio siglo de enfrentamientos, aunque hoy en día la violencia se mantiene en el país con otros grupos armados y los cárteles de la droga.

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