La fragata rusa Almirante Gorshkov, que fue interceptada en Baleares el 15 de diciembre por la Armada Española, cuando navegaba al sur del archipiélago, escoltada por el buque de apoyo Yelnya, ha reaparecido en aguas de Galicia, ha informado el Estado Mayor de la Defensa.
El buque de guerra ruso va equipado con misiles crucero de largo alcance, de hasta 300 kilómetros, cohetes antisubmarinos, un sistema de misiles antiaéreos de alcance medio del tipo Hurricane y una versión naval del nuevo sistema de contramedidas electroópticas 5P-42 Filin, que dispara un rayo similar a una luz estroboscópica que afecta a la vista de los combatientes enemigos, haciéndoles más difícil apuntar durante la noche.
Como ya ocurrió cuando fue interceptado en Baleares por la fragata Navarra de la Armada Española, en esta ocasión el barco de guerra ruso ha sido localizado por la fragata Juan de Borbón en la desembocadura del río Miño, que inmediatamente ha activado la operación de vigilancia y disuasión. Informa el Estado Mayor de la Defensa que la fragata Almirante Juan de Borbón relevó a un buque de la Marina portuguesa y realizó seguimiento hasta su salida de los espacios marítimos de interés en el noroeste peninsular. Y tras cumplir su cometido, la fragata transfirió la responsabilidad del seguimiento a un buque de la Marina francesa.
La fragata rusa abandonó la base siria de Tartús, de incierto futuro tras la caisa de Al Asad
La fragata rusa Almirante Gorshkov entró en aguas territoriales españolas proveniente de la base naval de Tartús, en Siria, la única base rusa en el Mediterráneo, con un futuro muy incierto desde la tras la caída de Bachar Al Asad. Se trata un buque de guerra muy polivalente de 135 metros de eslora, 16,4 de manga construido en el astillero Severnaya Verf de San Petersburgo, donde fue botado en el año 2010 y entró en servicio en 2018, asignada en un principio a la flota rusa del norte.
Desde el inicio de la guerra de Ucrania la presencia de barcos de guerra rusos navegando por el Mediterráneo y el Estrecho de Gibraltar, en aguas de soberanía española, se ha intensificado de forma muy importante. Los demuestran los datos de buques armados rusos interceptados desde el inicio de la contienda por la Armada Española, más de cien, activando en el momento de cada localización operaciones de vigilancia y disuasión hasta que los barcos de la armada rusa abandonan las aguas territoriales.
De ese centenar de barcos de guerra rusos, cuatro han sido interceptados desde el inicio de la invasión de Rusia en Ucrania en aguas de Baleares: un submarino, una fragata y los dos barcos de apoyo que los escoltaban en su travesía, en ambos casos al sur del archipiélago: El submarino Krasnodar, la fragata Almirante Gorshkov, el remolcador Sergey Balk y el buque de apoyo Yelnya.