El jueves, Médicos Sin Fronteras (MSF) acusó a Israel de llevar a cabo una “limpieza étnica” en la Franja de Gaza, destacando la falta de ayuda humanitaria y los ataques a servicios médicos durante los 14 meses de guerra contra el grupo terrorista Hamás en el territorio.
El documento reporta 41 ataques contra personal y operaciones de MSF, incluidos bombardeos a instalaciones de salud y disparos directos a convoyes humanitarios. Según la organización, hospitales y centros de salud fueron evacuados en 17 ocasiones durante la guerra, iniciado tras la incursión de Hamás en Israel el 7 de octubre de 2023, que dejó 1.200 muertos y 251 secuestrados.
Christopher Lockyear, secretario general de MSF, declaró: “Estamos viendo señales claras de limpieza étnica: los palestinos son desplazados a la fuerza, atrapados y bombardeados”.
En respuesta, el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí calificó las acusaciones de falsas. Oren Marmorstein, portavoz de la institución, afirmó en redes sociales: “Israel no ataca a equipos médicos ni a civiles no implicados en actividades terroristas”. También acusó a MSF de ignorar cómo Hamás utiliza hospitales para actividades terroristas.
El informe de MSF, titulado “Gaza: la vida en una trampa mortal”, critica la drástica reducción de ayuda humanitaria. Detalla que en octubre de 2024 se permitieron 37 camiones de ayuda al día, comparados con 500 diarios antes de la guerra. La organización señaló que el norte de Gaza, especialmente Jabaliya, sufre ataques intensos desde octubre.
la guerra, que ha dejado sin hogar a 100.000 personas según la ONU, incluye desplazamientos que Israel niega sean forzosos, argumentando que busca reducir víctimas civiles mediante evacuaciones temporales. A pesar de una tregua en noviembre de 2023 que permitió liberar 105 rehenes, los intentos de prolongarla y liberar a otros 100 cautivos han fracasado.
MSF también denunció el bloqueo de evacuaciones médicas, indicando que Israel aprobó solo el 1,6% de las solicitudes entre mayo y septiembre de 2024. En contraste, en noviembre se evacuaron 231 personas a países como Emiratos Árabes y Rumanía.
El informe sostiene que la guerra ha causado un deterioro grave en las condiciones de vida y salud en Gaza, con 90% de la población desplazada y enfermedades en aumento. MSF pide un alto el fuego inmediato y el levantamiento del asedio para facilitar el ingreso masivo de ayuda humanitaria.
Finalmente, otras organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han emitido informes similares, acusando a Israel de genocidio. Israel rechazó dichas acusaciones, calificándolas de infundadas, y reiteró que Hamás usa a los civiles como escudos humanos en zonas residenciales y hospitales. Según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 45.000 personas han muerto en la guerra, aunque esta cifra no ha podido verificarse.