La Navidad comenzó en nuestra ciudad el 29 de noviembre con el encendido de las luces y diversas actividades lúdico-festivas. En los diversos actos, no se tuvo la delicadeza de tener en cuenta que ese mismo día se cumplía un mes del desastre natural más mortal del siglo, la DANA. Ni una sola mención ni un solo recuerdo… acto que contrasta con el de otras localidades que han realizado en sus encendidos navideños, un emotivo homenaje a las 223 víctimas y miles de damnificados.
Se presentó como gran atractivo de la Navidad un árbol de 12 metros y que se puede visitar por dentro, el año pasado ni más ni menos, estaba en la localidad de Sueca. Nuestro referente a imitar no son grandes ciudades de Navidad como Madrid, Valencia, Barcelona o Alcoi. Nuestras miras son más modestas. Hay que pensar en grande, acorde con nuestra gran ciudad.
Por otro lado, entre las principales novedades destacaba el mercadillo navideño (por llamarlo de alguna forma…) parafraseando las palabras del Alcalde: “En esta edición serán 15 puestos, que ofrecerán productos navideños únicos”.
Nada más alejado de la realidad dado que de estos tan solo uno y de dimensiones muy reducidas está destinado al gremio de pasteleros de Gandia, otro también muy pequeño” de decoración floral navideña y un tercero ocupado por Acción social de la Semana Santa, con artículos en venta para fines solidarios.
Los doce puestos restantes obedecen más estructuras de mercadillos ambulantes estivales de objetos de marroquinería y textil, que poco o nada tienen que ver con la Navidad.
Echamos mucho de menos puestos de venta de figuras de Belén, ya que si bien en su anuncio de la programación afirmó la gran tradición de los belenes en la navidad gandiense, poco o nada hace para perpetuarla y apoyar de esa forma al sector belenista de Gandia
Se echa de menos también ambientación musical de villancicos, productos típicos de la Navidad valenciana, licores, vinos, productos gastronómicos y turrones valencianos para la en venta y degustación.
Finalmente en cuanto a las actividades presentadas, obedecen más al fruto del trabajo común e ilusionado de colectivos y entidades privadas que a la propia programación gubernamental.
Se trata de una Navidad poco ambiciosa y con unas miras muy limitadas, una Navidad de estar por casa, de un copia y pega de actuaciones pasadas. Gandia debe ambicionar mucho más. Exigimos grandes atracciones y espectáculos navideños, a la altura de la gran ciudad que es Gandia, exigimos una mayor dotación presupuestaria para la cultura festiva”.
Agradecemos la gran labor que realiza todo el equipo del departamento de cultura, que se desvive para que todo salga bien en estas fiestas. La gran mayoría de las veces, el gran éxito de la cultura festiva en Gandia obedece a la experta organización y profesionalidad de su equipo de personal.
Como ya es habitual, Prieto vende grandes actuaciones cuando en realidad se trata nada más que humo, lo dicho… Mucho ruido y pocas nueces.