Un informe de la GAO destaca la necesidad de prioridades claras y recursos adecuados en la NNSA para cumplir con los plazos de desarrollo de armas nucleares.

Retrasos afectan los programas de armas nucleares de la NNSA

La Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA), responsable de gestionar las armas nucleares en Estados Unidos, enfrenta desafíos en sus programas debido a problemas de supervisión y recursos, según un informe de la Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO). El documento destaca la necesidad de mejoras en la gestión para garantizar el cumplimiento de los plazos establecidos.

Los auditores señalaron que la NNSA debe priorizar y dirigir sus recursos hacia tecnologías críticas para evitar retrasos. Entre los principales problemas identificados se incluyen la falta de supervisores suficientes, la entrega tardía de materiales y la ausencia de políticas consistentes entre diferentes programas.

Actualmente, la NNSA trabaja en el desarrollo de ojivas nucleares para sistemas de lanzamiento como el misil balístico intercontinental Sentinel y el misil de crucero de largo alcance Stand-Off, desarrollados por la Fuerza Aérea y el Pentágono. Sin embargo, sincronizar estos sistemas con las nuevas ojivas ha sido uno de los principales retos.

El informe reconoce una buena coordinación general entre el Pentágono y la NNSA, pero advierte que los retrasos persisten debido a un enfoque inconsistente en el desarrollo. Además, se destaca que la NNSA cuenta con un número limitado de gerentes supervisando un amplio espectro de empresas con roles muy variados.

Datos clave sobre los desafíos de la NNSA

  • Falta de supervisores suficientes y entrega tardía de materiales.
  • Inconsistencia en las políticas y los hitos entre programas.
  • Sincronización compleja entre ojivas nucleares y sistemas de lanzamiento.
  • Carencia de procesos formales para identificar tecnologías críticas.

La falta de procesos formales impacta el desarrollo

El informe de la GAO resalta que la NNSA carece de un proceso formal que permita identificar tecnologías críticas necesarias para cumplir con los requisitos operativos de los sistemas. Esto supone un riesgo tanto en términos de tiempo como de recursos financieros.

Si bien la NNSA ha implementado ciertos requisitos, como establecer líneas base de costos y cronogramas, la GAO señala que estos son aplicados de manera inconsistente. Esto dificulta estimar cuánto tiempo llevará la maduración de las tecnologías para que estén listas para la fabricación.

La revisión realizada por la GAO encontró que la mayoría de los programas no alcanzaron los niveles mínimos de preparación tecnológica requeridos al inicio de la fase de desarrollo. Esto a pesar de las directrices de la NNSA, que establecen que los programas deben alcanzar niveles específicos de preparación tecnológica (TRL) antes de avanzar a fases posteriores.

La falta de documentación adecuada y la aplicación inconsistente de estas directrices fueron identificadas como las principales causas de este problema. Los funcionarios de la NNSA confirmaron que estas dificultades han afectado el progreso de los programas.

Iniciativas para mejorar la preparación tecnológica

En 2019, la NNSA estableció una oficina destinada a realizar investigaciones y desarrollos en etapas tempranas para avanzar en tecnologías y alcanzar mayores niveles de preparación antes de incorporarlas a programas de adquisición. Esta medida busca abordar los problemas de preparación tecnológica identificados por la GAO.

Sin embargo, el informe subraya que aún quedan importantes desafíos. La falta de un enfoque uniforme sigue afectando la capacidad de la NNSA para cumplir con los hitos establecidos en sus cronogramas de desarrollo.

Además, la GAO examinó programas específicos de ojivas nucleares y presentó informes sobre su estado. Estas revisiones destacaron la necesidad de una mejor supervisión y dirección para garantizar el éxito de los proyectos.

Retrasos en el programa W80-4 y desafíos de producción

El programa de extensión de la vida útil de la ojiva W80-4, diseñada para equipar al misil de crucero de largo alcance (LRSO), concluirá en septiembre de 2033, un año más tarde de lo previsto inicialmente. Aunque su costo total permanece en 13.000 millones de dólares desde la última evaluación en marzo de 2023, esta cifra supera en 400 millones de dólares el presupuesto de referencia establecido en 2019.

La revisión final del diseño de esta ojiva está programada para noviembre de 2025, y la primera unidad de producción se completará en septiembre de 2027. La producción a gran escala comenzará en enero de 2030. Mientras tanto, la Fuerza Aérea planea adquirir cerca de 1.100 misiles LRSO. Aunque la GAO no identificó desafíos significativos en el cronograma del LRSO, señaló que un proveedor clave planea detener la producción del material explosivo utilizado, lo que podría impactar el programa. La NNSA está trabajando con otras agencias para abordar este problema.

Datos clave sobre los programas W80-4, W88-Alt 370 y B61-12

  • El programa W80-4 costará 13.000 millones de dólares y finalizará en 2033.
  • El W88-Alt 370 finalizará en 2026 con un costo de 2.900 millones de dólares.
  • El B61-12 finalizará en 2026, costando 8.400 millones de dólares.
  • Incrementos en costos atribuidos a problemas con piezas adquiridas en 2019.

Incrementos de costos en el programa B61-12

El programa de extensión de la vida útil del B61-12, que equipa al F-35 y otras plataformas, finalizará en 2026 con un costo total de 8.400 millones de dólares, un aumento de 400 millones respecto al presupuesto inicial. Este incremento se debe a problemas con componentes adquiridos en 2019.

Además, la Fuerza Aérea ha desarrollado un nuevo kit de cola para mejorar la precisión del arma, así como nuevos sistemas de seguridad. En octubre de 2023, el Departamento de Defensa anunció el desarrollo de una variante adicional, el B61-13, cuya producción utilizará la misma línea que el B61-12. Parte de los fondos de este último se destinarán a financiar componentes no nucleares del nuevo programa.

El retraso de un año y el aumento en los costos destacan la complejidad de este programa, que ha sido ajustado para incorporar mejoras tecnológicas y cumplir con los nuevos requerimientos de defensa.

Estado del programa W87-1 y proyecciones de costos

El programa de modificación W87-1, que reemplazará a la ojiva W78 y será utilizado en el misil intercontinental LGM-35 Sentinel, presenta desafíos significativos. Incluye nuevos componentes como un pozo nuclear y explosivos insensibles. La ingeniería de producción comenzará en septiembre de 2025, mientras que la revisión final del diseño está programada para diciembre de 2027. Se espera que la primera unidad de producción esté lista entre diciembre de 2030 y 2032, con la producción a gran escala iniciando en 2033.

El costo estimado del programa varía entre 15.200 y 16.300 millones de dólares, aunque, según la GAO, podría alcanzar los 17.100 millones bajo escenarios más conservadores. Adicionalmente, los sobrecostos y retrasos en el programa Sentinel, que ascienden a 40 mil millones de dólares, podrían afectar el cronograma del W87-1. Los retrasos en la disponibilidad de hardware y en las pruebas de vuelo también podrían extender el calendario.

Desafíos en la implementación del programa W93

El programa W93, una nueva ojiva nuclear diseñada para misiles balísticos lanzados desde el mar, enfrenta importantes obstáculos. La ingeniería de desarrollo comenzará en octubre de 2026, mientras que la producción está proyectada para mediados de la década de 2030. La NNSA estima que este programa costará entre 20.900 y 24.800 millones de dólares.

El informe de la GAO destaca desafíos relacionados con la fabricación de componentes clave, que dependen de varios programas de producción de la NNSA para restablecer capacidades en áreas como la producción de pozos de plutonio, materiales secundarios y explosivos de alto poder. Además, el programa deberá mejorar el abastecimiento y producción de litio, un componente crítico en estas armas.

Estos desafíos subrayan la complejidad de coordinar programas múltiples dentro de la infraestructura de defensa nuclear, mientras se enfrentan limitaciones presupuestarias y tecnológicas.

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