Sebastián O.A., el joven venezolano de 20 años detenido el pasado domingo por matar a golpes con una piedra a su novio, Federico B.S., de 33, en el cauce del Torrent de Coanegra a su paso por Marratxí (Mallorca), confesó el crimen a su exnovia antes de ser arrestado. Le dijo a la joven que había golpeado a la víctima hasta la muerte ofuscado porque había intentado abusar de él. La titular del juzgado de guardia decretó ayer el ingreso en prisión del presunto homicida ante el peso de las pruebas recabadas por la Policía Judicial de la Guardia Civil. Además de esta confesión los investigadores han localizado grabaciones de cámaras de seguridad y otros elementos que sitúan al joven en el lugar del crimen. Los agentes encontraron cerca del cadáver la piedra con la que presuntamente le mató, de gran tamaño y varios kilos de peso, que el presunto autor del crimen debió levantar con la dos manos.
El atestado elaborado por la Policía Judicial y que fue entregado ayer en el juzgado, permite reconstruir casi al minuto los hechos que desembocaron en la muerte de Federico B.S., ocurrida alrededor de las cinco de la tarde del pasado viernes, así como la tormentosa relación que la pareja mantenía, después de que se hubieran conocido hace tres meses a través de una aplicación de citas. Se habían hecho novios hace dos meses.
El joven Sebastián, de 20 años, dejó la casa de sus padres en Marratxí y se instaló en la chabola donde vivía Federico, en la prisión vieja de Palma. De vez en cuando, cuando tenían dinero, se iban a un hotel. Es lo que habían hecho la semana pasada. El viernes regresaron a Palma tras pasar una semana en Can Picafort. Desde ahí tomaron el tren y se apearon en la estación del Pont d’Inca, y se dirigieron al cauce del Torrent de Coanegra. Eran aproximadamente las cinco de la tarde.
Según confesó posteriormente el detenido a su exnovia, una vez allí Federico intentó abusar sexualmente de él. Entonces a Sebastián se le «cruzaron los cables», cogió una piedra y golpeó a la víctima en la cabeza. Federico quedó inerte, en el suelo, y el detenido presuntamente le siguió golpeando, hasta seis veces. La víctima sufrió varias fracturas en el cráneo que le causaron la muerte.
Durante la inspección ocular realizada en el lugar del crimen el sábado los investigadores encontraron la piedra, de unos treinta centímetros y varios kilos de peso. El joven tuvo que emplear las dos manos para levantarla.
El joven volvió a ser grabado por varias cámaras de seguridad cuando volvió a la estación solo y tomó el tren para volver a Palma. De camino envió un mensaje a un amigo para pedirle si podía ir a dormir a su casa. Cuando le preguntaron por Federico contestó algo como «Ya no está». Finalmente contactó con su exnovia y quedó con ella. Durante el tiempo que pasó con la joven le confesó lo que había ocurrido y se mostró muy apesadumbrado. Ella le aconsejó que se entregara.
El cadáver de la víctima fue descubierto el sábado por la mañana por una vecina que había salido a pasear el perro. La Policía Judicial de la Guardia Civil llevó a cabo una exhaustiva investigación y el mismo sábado contactó con Sebastián. El joven acudió a declarar como testigo a la Comandancia, pero negó saber nada sobre lo ocurrido y quedó libre.
Sin embargo, a lo largo de las horas siguientes los investigadores fueron recabando nuevos indicios, entre los que estaban las grabaciones de las cámaras que situaban a Sebastián con Federico en el lugar del crimen, así como las declaraciones de otros testigos, entre ellos la de la exnovia de Sebastián.
El joven fue citado de nuevo el domingo en la Comandancia y fue detenido como presunto autor del homicidio. Ayer por la mañana la Guardia Civil condujo al detenido , con la cabeza cubierta por una chaqueta, a disposición judicial. El joven rehusó declarar, como ya hizo en la Comandancia, pero ante el peso de las prueba la jueza decretó su ingreso en prisión.