Una estrella de Navidad ‘fake’

Los tres camellos circulan en fila india. «Picha, tú estás seguro de que es por aquí», pregunta Luis Medina. «Mis contactos dicen que sí, mira el pantallazo del one ‘oportunidad: sigue la estrella, que se viene un Mesías que hace milagros y va a convertir el agua en vino’», contesta Víctor de Aldama. «Yo buscaría una posada, parece que va a llover, y que me hagan factura que pienso desgravar este viaje de negocios», aporta Alberto González Amador. «Por aquí ya hemos pasado, qué peste», se queja Medina. Detrás de una chumbera, el caganer Carlos Mazón lee concentrado Las benévolas. «Hoy no dan lluvia, tranquilos. ¿Sois los Magos?», pregunta en cuclillas. «Magos, conseguidores, facilitadores… emprendedores, en suma, lo que necesites. ¿Una mascarilla?«, responde González Amador. «No, gracias, a base de cagarla infinito yo ya me he acostumbrado, igual aquel…». Detrás de una piedra Iñigo Errejón también está agachado y con los pantalones por los tobillos. «No quiero nada vuestro, representantes del neoliberalismo heteropatriarcal, vuestra subjetividad tóxica…». «Tóxico tu culo, calla o le digo a aquellas dónde te has escondido para que vengan a cancelarte», contraataca Aldama, señalando a unas pastoras que se agrupan junto al fuego. «No conozco al Mesías, ni ganas. Influyo en el PIB», declara Taylor Swift. «Yo no sé nada y no contesto», responde Begoña Gómez, «pero un ángel con la cara de David Broncano se nos ha aparecido hace un rato para revelarnos un par de cosas tremendas». Tras pactar una mordida, un alquiler vitalicio y una casa en la playa, otra pastora se aviene a largar. «El Mesías no es Lamine Yamal, ni Rafa Nadal», aporta Alaska, «a buen entendedor…».

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