En el año 2023, los hogares españoles desperdiciaron más de 1.183 millones de kilos o litros de alimentos y bebidas, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Aunque el ritmo de desperdicio tiende a descender a largo plazo, el último año experimentó un aumento del 1,1%. La Navidad, una de las épocas más mágicas del año, también se convierte en la temporada más derrochadora, cuando más comida se tira, precisamente en el momento en que los precios alcanzan picos históricos.
¿Por qué tiramos tanta comida en Navidad?
Nos pasa a todos. Las luces, los villancicos y la emoción de celebrar nos llevan a llenar nuestras despensas como si estuviéramos preparando un banquete para todo el vecindario. A esto se suma el empuje del marketing navideño, con ofertas y productos irresistibles que parecen imprescindibles en nuestras mesas. ¿El resultado? Compramos más de lo necesario bajo el mantra de “mejor que sobre a que falte” y, al final, en muchos casos, lo que sobra termina en la basura.
Aunque en España la cocina de aprovechamiento es una tradición que añade un toque especial a la magia navideña —esas comidas y cenas en las que transformamos las sobras de días anteriores en deliciosos platos—, nunca está de más descubrir el truco que compartiremos a continuación para minimizar el desperdicio y aprovechar al máximo cada bocado.
Y es que, con frecuencia, calculamos mal la cantidad de comida necesaria y cocinamos en exceso, lo que lleva a una acumulación de sobras que muchas veces no sabemos cómo gestionar.
El truco del plato pequeño
Una de las estrategias más efectivas para combatir el desperdicio viene directamente de la ciencia. Según algunos expertos, usar platos más pequeños es una forma sencilla y eficaz de reducir el desperdicio en las cenas navideñas.
¿Por qué funciona? La explicación es tanto psicológica como visual. Los estudios muestran que las personas tienden a llenar su plato sin medir demasiado las cantidades, especialmente en eventos festivos. Si el plato es más pequeño, te sirves menos comida, y al terminarlo, tu cerebro tiene la impresión de que ya has comido lo suficiente.
Consejos prácticos para reducir el desperdicio en Navidad
La clave está en planificar con cabeza y en adoptar pequeños hábitos que marquen la diferencia. Aquí van algunas recomendaciones:
- Haz una lista y cíñete a ella: Evita las compras impulsivas y adquiere solo lo que realmente necesitas para el número de comensales.
- Cocina en función del consumo real: Si bien queremos que la mesa sea abundante, no es necesario que sobren kilos de comida. Calcula las raciones según tus invitados.
- Aprovecha las sobras de forma creativa: Los restos de carne, pescado o guarniciones pueden convertirse en platos deliciosos como croquetas, canelones o arroces, o simplemente pueden consumirse en forma de bocadillo con un par de ingredientes más.
- Guarda con inteligencia: Almacena en tápers o congela alimentos sobrantes antes de que se estropeen. Los dulces navideños, si están sin abrir, pueden durar hasta el próximo año.