Gijón cerrará el año y recibirá el 2025 en otro frenesí de obras, en este caso, integradas o relacionadas con un proyecto heredado del anterior mandato: la ecomanzana de La Calzada. Se espera que la actuación, que tiene como objetivo central generar una plataforma única en el entorno de la avenida de Argentina con Industrias y Príncipe de Asturias y Los Andes, cumpla con el plazo que marcaban los fondos europeos que la financian en parte y que exigían su término en este 2024. Y, según las últimas previsiones, se espera recepcionar la obra el próximo día 30, con muy poco margen pero a tiempo. En plazo se espera firmar también aprobar en Junta de Gobierno la ordenanza que regula la implantación de la zona de bajas emisiones (ZBE) de La Calzada, cuyo contenido, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, incluye cuatro niveles distintos de acceso al barrio cuando la ZBE esté operativa. Por último, los tres nuevos carriles bici que se habían enmarcado en el plan –los de Sanz Crespo, Fomento y El Molinón–, tras una aclaración solicitada por el actual gobierno local, se desvinculan finalmente de los fondos europeos y, por tanto, ya no tienen que terminar este año, si bien el de Sanz Crespo ya está estrenado y, los otros dos, en su recta final.
Estos tres carriles bici iban a ser el último «añadido» al proyecto de la ecomanzana para cumplir con el número de kilómetros de carriles bici que se habían incluido en el proyecto y no poner en riesgo, así, los casi siete millones de fondos europeos que se acabaron concediendo a través del a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Según fuentes municipales, sin embargo, tras una reciente «aclaración» a las autoridades competentes, estos tres trazados se desvinculan del proyecto. En el plan inicial se incluían «por error» el carril de Príncipe de Asturias, así que se creyó que había que «compensar» esos kilómetros, otros dos y medio, otros nuevos, pero en la nueva aclaración se explica que el requisito tenía que ver con los espacios habilitados y no con un número concreto de kilómetros.
En cualquier caso, las obras marchan. El de Sanz Crespo lleva semanas inaugurado y el del entorno de El Molinón terminará esta semana salvo un pequeño tramo que no puede rematarse por la obra en marcha de la EMA en el entorno del Piles. Los trabajos más intensos se centran estos días en el de Fomento, que avanza ya cerca de Las Letronas y, según las últimas previsiones, terminará el próximo 24 de enero, salvo novedad. Los tres carriles suman una inversión de 750.000 euros y el de Fomento es el más costoso, 351.217 euros, con el objetivo de crear un trazado segregado y menos confuso del que existía hasta ahora, que circulaba por encima de la acera. Une la calle Muelle de Oriente con Mariano Pola. El carril de El Molinón, por cerca de 200.000 euros, pacificará el entorno del estadio y el IES El Piles. Sanz Crespo, por último, costó 220.000 y da un acceso directo desde el inicio del Solarón y hasta la estación provisional de tren, enlazando allí con los itinerarios que llevan a la zona Oeste.
«El temor es que, tras las molestias, la obra no quede como debería», dicen los vecinos de La Calzada
Con la tramitación de la ordenanza de la zona de bajas emisiones en marcha, lo único que falta por rematar para no perder la financiación europea son las obras de plataforma única y peatonalización, una reforma que acabó dando muchos más problemas de lo previsto. La historia es larga, pero el resumen es que la empresa que resultó adjudicataria en un primer momento, tras varios problemas durante los primeros meses de trabajo, acabó autorizando la cesión del resto de la obra a Alvargonzález Contratas, que es la que lidera la actuación desde el pasado mes de marzo. Hubo más contratiempos, y uno de los más recientes fue que se detectó, el pasado octubre, una oquedad en la calle Los Andes que resultó estar vinculada con una galería de mampostería vieja de aguas fecales y pluviales que se estaba derrumbando en la calle Panamá. Hubo que llamar a la EMA. Otro contratiempo, también reciente, fue la detección de baldosas rosas en tramos que ya se daban por finalizados y que habrá que retocar en estas semanas.
La previsión del Ayuntamiento, no obstante, es recepcionar la obra el día 30 . Y desde la asociación vecinal de La Calzada lo celebran, pero por ahora dudan. Estos días se ven trabajos de asfaltado –aunque con varios operarios trabajando a la vez, así que avanzan a buen ritmo– en la calle Los Andes, esquina con Panamá, y también hay mucho material en el entorno de la calle Ecuador, donde descansaban decenas de baldosas a estrenar. «El temor es que, después de los contratiempos que ha habido y las molestias causadas, las cuales los vecinos han soportado estoicamente, la obra no quede terminada como debería. Es fundamental cumplir con los requisitos de Europa, pero también debe ser una prioridad cumplir con los vecinos», señala Carlos Arias, presidente vecinal del barrio.