Desde el inicio de la guerra de Ucrania la presencia de barcos de guerra rusos navegando por el Mediterráneo y el Estrecho de Gibraltar, en aguas de soberanía española, se ha intensificado de forma muy importante. Los demuestran los datos de buques armados rusos interceptados desde el inicio de la contienda por la Armada Española, más de cien, activando en el momento de cada localización operaciones de vigilancia y disuasión hasta que los barcos de la armada rusa abandonan las aguas territoriales.
De ese centenar de barcos de guerra rusos, cuatro han sido interceptados desde el inicio de la invasión de Rusia en Ucrania en aguas de Baleares: un submarino, una fragata y los dos barcos de apoyo que los escoltaban en su travesía, en ambos casos al sur del archipiélago.
El primer convoy entró en el Mediterráneo por el Estrecho del Bósforo, cuando todavía Turquía permitía el paso de los buques de guerra rusos. Y el segundo llegó procedente de de la base naval de Tartús, en Siria, la única base rusa en el Mediterráneo, ahora de futuro muy incierto tras la caída del régimen de Bachar Al Asad.
El submarino ruso Krasnodar, apodado «el agujero negro», interceptado en Baleares
El primer buque de guerra ruso interceptado por la Armada Española en aguas de Balears fue el submarino ruso Krasnodar el 11 de octubre de 2023, mientras navegaba al sur del archipiélago acompañado por el remolcador naval Sergey Balk, explicaron fuentes del Estado Mayor de la Defensa consultadas por Diario de Mallorca.
No se trataba de cualquier buque, sino de un submarino de guerra ruso de tercera generación y uno de los más modernos, botado en 2019, armado con misiles de crucero de alta precisión y alcance, y asignado por la armada rusa a la flota del Mar Negro, atacada en dos ocasiones por las Fuerzas Armadas Ucranias desde el inicio de la invasión. Por tanto, la posición de sus submarinos y buques era de gran interés para la OTAN, así como su llegada al Mediterráneo por el estrecho del Bósforo.
El submarino Krasnodar es una de las unidades más recientes de la clase Kilo II, según la denominación de la OTAN, que la armada rusa empezó a producir en 2022 en los astilleros Admiralty Shipyard, en la región del Mar Báltico, aunque las primeras unidades las mandó construir la antigua Unión Soviética en plena Guerra Fría, durante los años del Pacto de Varsovia.
Entre sus características destaca la capacidad de lanzamiento de misiles de crucero Kalibr-PL, armamento de alta precisión y alcance muy versátil, porque se pueden instalar en buques, submarinos y utilizar también tanto en defensa naval como costera. Con un rango operacional de 7.500 millas náuticas, el Krasnodar es capaz de realizar inmersiones de hasta 240 metros de profundidad. Y los sistemas de radar y sensores que incorpora reducen la firma acústica del submarino, dificultando que pueda ser detectado por el enemigo. Por este motivo, la armada estadounidense denomina al Krasnodar «el agujero negro», por su enorme facilidad de desaparecer de los radares del enemigo.
La Armada activó la operación de vigilancia y disuasión del submarino ruso tras detectarlo al sur de Baleares el 11 de octubre. Y volvió a activarla el día 15 del mismo mes, tras detectarlo de nuevo en aguas gallegas.
La fragata Almirante Gorshkov llega a Baleares tras abandonar Siria
La segunda vez que la Armada interceptó un buque de guerra ruso en aguas de Baleares fue el pasado 15 de diciembre, cuando interceptó a la fragata rusa de Almirante Gorshkov, equipada con misiles crucero de largo alcance, de hasta 300 kilómetros, cohetes antisubmarinos, un sistema de misiles antiaéreos de alcance medio del tipo Hurricane y una versión naval del nuevo sistema de contramedidas electroópticas 5P-42 Filin, que dispara un rayo similar a una luz estroboscópica que afecta la vista de los combatientes enemigos, haciéndoles más difícil apuntar en la noche.
La fragata navegaba acompañada de buque de apoyo Yelnya, un barco de abastecimiento, y provenía del Mediterráneo Oriental, de la base naval de Tartús, en Siria, la única base rusa en el Mediterráneo, de futuro tan incierto tras la caída de Bachar Al Asad Se trata buque de guerra muy polivalente, de 135 metros de eslora y 16,4 de manga que fue construido en el astillero Severnaya Verf de San Petersburgo, donde fue botado en el año 2010 y entró en servicio en 2018, asignada en un principio a la flota rusa del norte.
La fragata Navarra de la Armada Española interceptó al buque de guerra ruso escoltado y navegando al sur de Baleares e inmediatamente puso en marcha una operación de vigilancia y disuasión, informó el Estado Mayor de la Defensa, una operación cuyo objetivo es preservar los intereses nacionales y realizar vigilancia sobre los buques de interés estratégico que transitan por espacios marítimos de soberanía nacional, realizando un seguimiento del buque hasta el Estrecho de Gibraltar y posteriormente hasta aguas de jurisdicción portuguesa.