Las comidas de empresa suelen ser una ocasión para relajarse, compartir anécdotas y, claro, estrechar lazos con los compañeros de trabajo. Pero para Rocío Sánchez, jefa de una peluquería en Almería, la cita especial de Navidad fue mucho más que eso: se convirtió en una sorpresa que la dejó boquiabierta. La razón de su asombro fue la reacción inesperada de sus empleados, que no solo celebraron la ocasión, sino que decidieron dar un giro de 180 grados al evento con una sorpresa algo peculiar.



Fuente