¿Recuerdan que la Superliga era una liga cerrada y formada exclusivamente por un puñado de clubes de élite de Europa? ¿Recuerdan que después la Superliga pasó a ser abierta y con un sistema de ligas con ascensos y descenso? Pues bien, ahora la Superliga ya no se llamará Superliga, básicamente porque la Unión Europea no se lo permite, y el acceso a ella se realizará en función del rendimiento anual en las ligas nacionales.
Esta es la última vuelta de tuerca del proyecto de liga europea impulsado por Florentino Pérez. Este martes ha anunciado un cambio de nombre y de formato y también que ha iniciado los trámites con la UEFA y la FIFA para recibir la preceptiva autorización para ponerla en marcha.