Podemos lleva su pulso al Gobierno hasta el final y ya prepara el terreno para rechazar los Presupuestos de 2025. El partido comienza a asumir que el impuesto a las energéticas, su condición para sentarse a negociar las cuentas, no tiene visos de salir adelante y da por roto el acuerdo sellado con el PSOE a cambio salvar su reforma fiscal en el Congreso. Al mismo tiempo, comienzan a tejer un relato ante el eventual fracaso del proyecto presupuestario y se sacuden de cualquier responsabilidad por las consecuencias que tendría este posible escenario, donde el Ejecutivo quedaría fuertemente cuestionado.

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