Casi tres lustros hacía que el RCD Mallorca no arrancaba tan bien en Primera División. El RCD Mallorca es quinto en la liga con 27 puntos, ocho victorias, las mismas que la pasada temporada, cuando falta una jornada para concluir la primera vuelta, el próximo sábado en Getafe (14h). 

La clasificación es algo ficticia porque sus perseguidores tienen menos partidos, por ejemplo el Villarreal dos menos, y un grupo de equipos que va por detrás lleva un partido menos. Sin embargo, en el Mallorca no se fijan en eso sino en el zurrón que han llenado de puntos, muy lejos de los apuros de la pasada temporada. Suman ya ocho victorias, cuatro en casa y cuatro fuera, que son las mismas que consiguió el equipo la pasada temporada. Sin embargo, y pese a las buenas sensaciones, no hay que olvidar que hace dos temporadas el equipo sólo tenía dos puntos menos en esta jornada. Con Javier Aguirre en la 18 sumaban 25 puntos, y es que aquella temporada con Kang-In Lee en el equipo fue muy buena también, el equipo acabó noveno. 

Un dato curioso es que el Mallorca esta temporada siempre gana por un gol de diferencia y hasta la goleada del Barcelona también perdía por una diferencia mínima. El 1-5 ante los azulgrana y el 2-0 en Vigo han sido las derrotas más abultadas. 

Ante el Girona de nuevo fue victoria por un gol de diferencia (2-1 ante el Girona y con diez jugadores). Los bermellones practican un fútbol muy distinto con Arrasate, más expuesto pero mucho más propositivo y que gusta a la afición bermellona que en la etapa de Aguirre, pero un dato que hay que mejorar es la capacidad goleadora. Es el menos goleador de toda la parte alta de la tabla con 18 tantos.

Hay que remontarse bastante atrás en el tiempo para ver una primera vuelta así. Desde el año de Michael Ladrup, la temporada 2010-11, el RCD Mallorca no firmaba un arranque así en la máxima categoría. Aquel Mallorca sufrió mucho al final y se salvó de milagro pero firmó una primera parte de campeonato espectacular, con un equipo en el que pese a estar Nunes, Martí, Castro, había chicos de la cantera como Cendrós, Kevin, Pina, Nsue o Pereira, con el club en situación concursal y jugadores que subieron al primer equipo. Laudrup les dotó de una gran confianza para jugar el balón pero aquel equipo tan tierno lo acabó pagando en la segunda vuelta. Aún mejor sería la temporada 2009-10 con Gregorio Manzano,  cuartos en la jornada 18 con 33 puntos aunque con un equipo más experimentado y una plantilla más cara que la que tendría después Laudrup. 

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