El repliegue militar ruso en Siria genera incertidumbre sobre su presencia futura, mientras se desarrollan contactos con las nuevas autoridades del país.

Movimientos de tropas rusas hacia Tartus generan especulaciones

Un convoy de vehículos militares rusos avanzó el lunes por una carretera que conduce a la ciudad siria de Tartus, mientras soldados permanecían vigilantes en la zona. Paralelamente, aviones rusos ascendían y descendían de forma continua desde la base aérea Hmeimim, ubicada en la provincia costera de Latakia, mientras humo se elevaba desde las instalaciones. No se ha confirmado qué causó el incendio en la base.

La ciudad de Hmeimim, caracterizada por sus cultivos de naranjos, presenta numerosos carteles en idioma ruso en las tiendas, reflejando la importancia de la presencia militar rusa en la región. Sin embargo, el futuro de esta presencia, tras la caída del exlíder Bashar al-Assad, plantea nuevas interrogantes.

La intervención militar rusa fue determinante en el curso de la guerra civil siria, respaldando al régimen de Assad. En 2017, un acuerdo entre Rusia y el gobierno sirio permitió a Moscú el uso de las bases de Hmeimim y Tartus por 49 años. No obstante, una reciente ofensiva insurgente en el noroeste del país ha complicado la estabilidad del régimen, y esta vez Rusia ha optado por un rol más reservado, aunque concedió asilo al expresidente y su familia.

Asilo a Assad y posibles repliegues militares rusos

El expresidente Bashar al-Assad declaró públicamente que abandonó Damasco el 8 de diciembre tras un ataque insurgente en la capital, dirigiéndose a la base aérea de Hmeimim. Según Assad, no planeaba huir del país, pero la decisión de los rusos de evacuarlo se tomó luego de un ataque con drones a la base.

Desde su partida, los enfrentamientos entre las tropas rusas y los insurgentes, que ahora asumen el control de la seguridad en varias regiones, han cesado. Sin embargo, estos nuevos responsables de seguridad, muchos de los cuales provienen de áreas previamente bombardeadas por Rusia, mantienen un evidente recelo hacia Moscú.

Un combatiente que custodia el aeropuerto civil cercano a Hmeimim expresó: “Los rusos se están preparando para retirarse de Siria, si Dios quiere”. Aunque el hombre, identificado como Abu Saif, no contaba con autorización oficial para hablar, sus palabras reflejan el clima de incertidumbre sobre los planes rusos.

Datos clave sobre la retirada rusa en Siria

  • Rusia ha comenzado a replegar tropas y vehículos militares hacia su base en Latakia desde el sur del país.
  • El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó el abandono de bases en Ain Issa y Tel Al-Samn por parte de las fuerzas rusas.
  • Imágenes satelitales muestran helicópteros rusos siendo desmantelados y equipos pesados cargados en aviones en un aeródromo militar.
  • Las nuevas autoridades sirias izaron la bandera revolucionaria en su embajada en Moscú, marcando un distanciamiento del régimen anterior.

Moscú busca diálogo con las nuevas autoridades sirias

En respuesta a los recientes cambios en Siria, Moscú ha iniciado contactos con los nuevos líderes del país para negociar la seguridad de sus bases y posibles acuerdos de permanencia. La transición política siria ha provocado que Rusia adopte una postura cautelosa ante el nuevo panorama.

Obeida Arnaout, portavoz del gobierno de transición sirio, expresó en una entrevista con The Associated Press que Moscú debe reconsiderar su posición en Siria. Aunque dejó abierta la posibilidad de que las fuerzas rusas permanezcan, subrayó que su relación previa con el régimen de Assad complica las percepciones de los sirios hacia Rusia.

“Sus intereses estaban vinculados al régimen criminal de Assad. Si desean demostrar buena voluntad hacia el pueblo sirio, deben adaptarse a la nueva realidad”, afirmó Arnaout. Esto sugiere que cualquier cooperación futura dependerá de un cambio significativo en la postura rusa.

Declaraciones del Kremlin y perspectivas futuras

El lunes, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, confirmó que Rusia se encuentra en conversaciones con las nuevas autoridades sirias. Según Peskov, estas discusiones determinarán el curso de acción a seguir respecto a la presencia rusa en el país.

“Estamos en contacto con representantes de las fuerzas que controlan la situación actual en Siria, y las decisiones se tomarán a través del diálogo”, aseguró. Este enfoque diplomático parece reflejar el intento de Moscú por asegurar sus intereses estratégicos en medio de un entorno político inestable.

Mientras tanto, las señales de retirada militar rusa y el levantamiento de la bandera revolucionaria en su embajada en Moscú evidencian el inicio de una nueva etapa para Siria. La incertidumbre persiste sobre si Rusia mantendrá su presencia militar o aceptará los términos de las nuevas autoridades.

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