Los precios récord del mercado de la electricidad durante lo peor de la crisis energética provocaron una huida masiva de clientes de la tarifa regulada de luz. Los hogares que tenían contratado el denominado precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC) fueron los que sufrieron más directamente los estragos de la volatilidad y la escalada histórica de los precios, generando una estampida de clientes hacia las tarifas del mercado libre (que tradicionalmente habían sido más caras que la regulada, pero que entonces aportaban una deseada estabilidad con precios fijos)
La tarifa regulada de luz, que ofrecen de manera obligatoria las grandes eléctricas (Iberdrola, Endesa, Naturgy, Repsol y Totalenergies) a través de comercializadoras específicas, ha perdido más de dos millones de clientes desde el inicio de la crisis energética, hasta quedarse en los 8,43 millones de hogares abonados, menos de un 30% de toda la cartera de pequeños consumidores del mercado español, según los últimos registros de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) correspondientes al cierre del pasado julio.
La cartera de clientes que tenían contratada la tarifa regulada eléctrica en mayo de 2021 (cuando ya habían empezado a registrarse subidas de precios y justo antes de que el Gobierno decretara las primeras medidas de choque, como la primera rebaja del IVA del recibo de la luz) ascendía a 10,52 millones de usuarios. Se vivió desde entonces una fuga masiva de clientes, que querían abandonar una tarifa con un precio que en ese momento dependía directamente de la evolución hora a hora del mercado mayorista de la electricidad (en el que energéticas y traders compran y venden la energía para el consumo del día siguiente) y que marcaba máximos históricos.
La estampida de los dos primeros años se ha moderado. La sangría se ha convertido ahora, en comparación, en goteo. Pero la pérdida de clientes persiste. La cartera de usuarios de la tarifa regulada de luz ha menguado en otros 135.000 contratos en el último año. El PVPC cuenta con 8,43 millones de clientes, frente a los casi 20 millones de pequeños consumidores acogidos a las tarifas del mercado libre (cuyo precio fija libremente las compañías energéticas, pero ofreciendo por lo general un precio de la electricidad fijo durante todo el año).
Un escudo para mitigar la volatilidad
La razón de la estampida de clientes del PVPC fue que disparó su precio por los picos históricos del mercado mayorista de la electricidad. Hasta el año pasado, el precio de la tarifa regulada dependía enteramente del precio que hora a hora marca el mercado mayorista de la electricidad, tan volátil durante la crisis. El Gobierno aprobó una reforma de la tarifa regulada para reducir su volatilidad vinculando la formación de su precio no sólo al mercado diario de electricidad, sino también a otros mercados eléctricos a largo plazo relativamente más estables.
Tras la reforma, el peso que tiene la evolución del mercado diario en la formación del precio del PVPC va reduciéndose progresivamente. Durante este 2024, el precio de la electricidad de la tarifa regulada se ha calculado teniendo en cuenta en un 75% el mercado diario y en un 25% los mercados de futuros. Mientras que la pérdida de clientes del PVPC continúa, el próximo 1 de enero esta correlación volverá a cambiar, reforzando el escudo para evitar vaivenes bruscos del precio. Durante 2025 la tarifa regulada de la luz se calculará con un 40% del precio a futuro y el 60% restante será el precio diario, y el escudo frente a grandes subidas de precios se completará en 2026 se considerará en un 45% el precio del mercado diario y el 55% restante será el precio futuro.
Los pequeños consumidores de electricidad (con menos de 10 kilovatios de potencia contratada, por lo general hogares y micropymes) pueden elegir entre contratar tarifas de luz reguladas -cuyo importe depende de la evolución del precio de la electricidad en el mercado mayorista y ahora también del mercado de futuros- y las ofertas del mercado libre –cuya cuantía fijan libremente las compañías y que suele tener precios estables-. Según las encuestas que hace periódicamente la CNMC, en torno a la mitad de los clientes admite no saber qué tarifa de luz tiene contratada en su hogar y reconoce no estar al tanto de las diferencias entre las tarifas reguladas y las del mercado libre, incluso después de la crisis energética.