El 6 de octubre de 1966, el LSD fue declarado ilegal en Estados Unidos por orden del presidente Nixon. Tras esto, en una demostración más del poder que los estadounidenses siempre han detentado en las Naciones Unidas, fue añadido a la lista de la Convención Única sobre Estupefacientes de esta institución, lo que, de facto, supuso su prohibición a nivel global.

Fuente