El mango gana terreno. El municipio de Mogán ha duplicado la superficie de cultivo de este fruto tropical en una década, al pasar de las alrededor de 60 hectáreas en la temporada 2013-2014 a las casi 120 hectáreas en producción en este 2024, según datos del Instituto Canario de Estadística y actualizados por técnicos municipales. Y ese crecimiento se sustenta en tres claves fundamentales: es un fruto que gusta y se vende bien, requiere de una menor cantidad de agua que otros árboles frutales y, en general, es resistente a altas temperaturas como las que registra Mogán a lo largo del año, por lo que esta fruta se convierte en una apuesta muy rentable para los agricultores.

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