La concejalía de Movilidad Urbana de Sagunt se ha puesto manos a la obra para dar cumplimiento a la ley de Cambio Climático y Transición Energética, concretamente a la obligación para los municipios de más de 50.000 habitantes de implantar al menos una zona de bajas emisiones (ZBE). Este proyecto tiene reservados 45.000 euros en los presupuestos municipales desde 2023 y se ha arrastrado con la misma cuantía hasta 2025, en todos los casos con la financiación condicionada a la venta de solares.
Fuentes municipales explican que la «sesión inicial», que consistió esta semana en un taller participativo, pone fin a la fase de diagnóstico y da pie al estudio de alternativas de implantación y a la redacción del proyecto, que merecerán una segunda convocatoria de participación ciudadana. Un último paso, según precisan desde el Ayuntamiento de Sagunt, se centrará en la redacción de la ordenanza reguladora de esta ZBE.
Objetivos
En la reunión ya mantenida, a la que asistieron responsables técnicos, políticos, sindicales y vecinales, el departamento dirigido por Javier Raro expuso los objetivos del proyecto, los requisitos legales y la situación del municipio en movilidad y calidad ambiental.
Durante el debate posterior, añaden fuentes municipales, se expresaron ciertas preocupaciones, se identificaron varios problemas y necesidades, al tiempo que se planteó la necesidad de aprovechar la oportunidad que supone esta iniciativa para mejorar la sostenibilidad de la ciudad y la calidad de vida de sus residentes.