La DANA que arrasó Valencia dejó en pausa parte de la actividad política del país. Este lunes, el Congreso ha retomado un acto que estaba previsto para el 31 de octubre, día de recuerdo y homenaje a todas las víctimas del golpe militar, la guerra y la dictadura franquista. La presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, ha puesto en valor la necesidad de «blindar» la memoria y la verdad frente a aquellos que han dado «un portazo en la cara al dolor de tantas víctimas», en referencia a las normas impulsadas por PP y Vox en varias autonomías para derogar las leyes de memoria o aprobar las mal llamadas leyes de concordia.
«Debemos ser conscientes de que este compromiso del Estado con la memoria, con la historia, con la democracia al fin y al cabo, ha de blindarse, porque la verdad nunca está del todo a salvo«, ha dicho Armengol en el Salón de Pasos Perdidos del Congreso, a donde han acudido ministros, representantes de las formaciones políticas y familiares de las víctimas del franquismo.
Poniendo especial atención a las mujeres, «represaliadas por partida doble por su condición política y también por ser mujeres», la presidenta de la Cámara Baja ha reivindicado que «la memoria no es una cuestión de pasado, es un asunto futuro» y que ninguna democracia «puede permitirse enterrar la verdad y construir una sociedad libre sobre violaciones de derechos humanos, sobre la ausencia de tantos exiliados, sobre el olvido y la mentira». En este punto, ha denunciado que en algunas autonomías se hayan derogado las leyes de memoria democrática y ha deseado que este martes no ocurra lo mismo en Baleares.
El «camino del odio»
«Este país ya caminó el camino del odio. Este país, y aún nos duele, ya levantó los muros del odio. Ya enterró su odio en las fosas este país. […] Debemos, por tanto, acorazar este compromiso democrático con la memoria, preservar el recuerdo de todas y cada una de las víctimas, sin distinción ideológica, y hacerlo por la dignidad de todos para que nuestra historia nunca más sea la historia de la vergüenza y del olvido», ha insistido, tras recordar, entre otros, a Salvador Puig Antich, el último asesinado por el franquismo con el método del garrote vil, o al «antifascista» José Luis Sánchez-Bravo, uno de los cinco últimos asesinados por el régimen franquista en 1975.
Además, Armengol ha puesto en valor que la Ley de Memoria Democrática aprobada en octubre de 2022 responde al «derecho internacional humanitario» al «arrojar luz sobre décadas de silencio, de enterramiento y de ocultación». Así, ha aplaudido que desde el año 2000 se hayan recuperado los restos de más de 13.600 represaliados. «Y hay que seguir. Porque a nuestra democracia le falta, aún, el descanso de muchas vidas anónimas enterradas en zanjas», ha sentenciado.