1. La unidad, clave para tener posibilidades
  2. Sintonía a pesar de la mala relación en Madrid
  3. Conversaciones con Teresa Rodríguez
  4. Renovación urgente del PSOE
El coordinador general de IU, Antonio Maíllo, (i) y el coordinador general de IU Andalucía y diputado de Sumar en el Congreso, Toni Valero, (d) (Foto: Álex Zea / Europa Press).

En Andalucía, las conversaciones de los partidos a la izquierda del Partido Socialista avanzan por buen camino. Por Andalucía, Podemos, Izquierda Unida y otros partidos progresistas hace meses que están trabajando una gran coalición que aglutine todo el voto que dejen los socialistas a su izquierda. En las últimas semanas, han conseguido cerrar un acuerdo de mínimos para concurrir unidos a las autonómicas de 2026.

El pacto llega a dos años vista de la convocatoria de las elecciones, porque esta vez la izquierda no quiere repetir los errores que cometieron en 2022.

Entonces, el acuerdo se cerró sobre la bocina y quedó fuera Podemos, con un enorme enfrentamiento por la confección de las listas y por quién las lideraba. Ahora, en cambio, se ha acordado que todas las formaciones se aglutinen en torno a Por Andalucía, que ha conseguido coger vuelo en las encuestas de los últimos meses y está ejerciendo la oposición al gobierno del Partido Popular presidido por Juan Manuel Moreno Bonilla.

La unidad, clave para tener posibilidades

Tras el batacazo de hace dos años, las formaciones a la izquierda del PSOE tuvieron claro que toda la responsabilidad por los malos resultados recaía sobre sus propias decisiones. “No ganó el PP, perdimos nosotros”, repiten insistentemente en las filas de Sumar.

Esta sensación inunda a todos los partidos que, en aquel momento, escenificaron una auténtica guerra civil por tratar de colocar a los suyos en lo más alto de la lista electoral y disputaron hasta el final quién la encabezaba.

Por eso, IU, Sumar, Podemos, Por Andalucía e incluso Adelante Andalucía llevan meses de negociaciones para conformar un espacio unido que se presente bajo unas mismas siglas, aunque aglutine a varias organizaciones.

El episodio de 2022 fue tan traumático que, por el momento, no han tenido problema en ceder y han conseguido alcanzar un pacto dos años antes de lo que lo hicieron en los anteriores comicios.

Sintonía a pesar de la mala relación en Madrid

Esas formaciones, incluso se mantienen al margen de las disputas que se escenifican en Madrid.  La relación entre Podemos y Sumar es peor que mala en el Congreso de los Diputados, y lo mismo entre ambas cúpulas nacionales, pero en Andalucía existe una sintonía positiva. Parte de ella responde al distanciamiento de algunas delegaciones de Podemos con la dirección nacional.

Lo mismo ocurre con Sumar, cuya dirección nacional ha sido criticada desde dentro.

Andalucía no fue al principio una excepción. Vivió su propio enfrentamiento, pero ahora la situación ha cambiado de forma radical. Precisamente en las discrepancias con las decisiones a nivel nacional han encontrado un punto en común y Podemos no tiene problema en concurrir bajo el paraguas de Por Andalucía; e incluso trabajan para incluir a Teresa Rodríguez.

Conversaciones con Teresa Rodríguez

La líder de Adelante Andalucía concurrió en solitario en 2022, al margen de las otras dos formaciones de izquierdas: PSOE y Por Andalucía. Rodríguez no ha vuelto a coaligarse con Podemos desde su enfrentamiento con la anterior cúpula, liderada por Pablo Iglesias. Fuentes de ese espacio político, conocedoras de las conversaciones, dan por hecho que Rodríguez también se incluirá en la suma de partidos que se presentará con el fin de captar a todos los votantes a la izquierda del socialismo.

Las buenas relaciones se deben al trato personal que se da en el territorio. Los representantes de los partidos tienen voluntad de cerrar un proyecto cuanto antes, porque consideran que es la única manera de vencer al PP de Moreno Bonilla.

Renovación urgente del PSOE

Todas las formaciones progresistas coinciden también en la necesidad de que el PSOE impulse cuanto antes una renovación. No quieren pronunciarse sobre quién debe liderarla, ni sobre cuándo, por respeto a los procesos internos de los partidos, pero sí esperan que haya cambios.

El liderazgo de Juan Espadas, exalcalde de Sevilla, no ha terminado de cuajar. Los socialistas no remontan en los sondeos y en Ferraz buscan alternativas. De momento, el plan es que Espadas continúe, pero tutelado desde Madrid. Una fórmula que no gusta en los partidos a la izquierda, porque dan mucha importancia a la independencia de los candidatos y a que tengan autoridad para dirigir desde el territorio, no desde la capital.

El nombre que más se repite es María Jesús Montero. La vicepresidenta segunda y mano derecha de Pedro Sánchez. Esa opción convence mucho a IU, Sumar y compañía. La ministra consiguió aprobar los Presupuestos más expansivos de la historia de España con un gobierno en minoría, y la consideran un perfil de primer nivel.

Un desafío al desafío que supone ganar a Moreno Bonilla, que se ha consagrado como el presidente autonómico más sólido del Partido Popular tras obtener la mayoría absoluta en lo que hasta 2019 era un sólido feudo socialista.

Sin embargo, el Gobierno central aún tiene trabajo y legislatura por delante, y añadir el liderazgo del PSOE andaluz sobre los hombros de Montero no es una opción que Moncloa vea con buenos ojos. Por ahora.

Teresa Rodríguez, líder de Adelante Andalucía, en el centro (Foto: María José López / Europa Press).
Teresa Rodríguez, líder de Adelante Andalucía, en el centro (Foto: María José López / Europa Press).

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